Por Rafael Romero
Ninguna universidad, sea pública o privada deja de tener problemas, y no por ello los mismos se resuelven con seudo reorganizaciones o intervencionismos.
Peor cuando existe una motivación vengativa, personalista, polítizada e ideologizada, como en el caso de sectores de Perú Libre y del cerronismo frente a la Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión (UNJFSC), escenario promovido por el “lumpemproletariat” que agita diferencias internas ante la Comisión de Educación del Congreso, sobre todo desde el lobby de unos tres o cuatro docentes individualistas y ambiciosos que solo buscan sorprender a las autoridades con el objetivo de tomar dicha casa superior de estudios de cara a las elecciones del 2026.
Como se ha demostrado en medio de este debate, cualquier problema de la UNJFSC solo debería pasar por la labor de la Contraloría y la Fiscalía, porque se tienen individualizados algunos casos con faltas administrativas o ilícitos.
Empero ello no justifica “reorganizar” ni “intervenir” a la universidad faustiniana por mera ambición de poder, generando inestabilidad entre 13 mil alumnos y más de 700 familias de los trabajadores, a partir de asuntos internos motivados por una camarilla de malos docentes que se han apostado a la vera de la Comisión de Educación, presidida lamentablemente por una persona que solo quiere ser reelegida como senador, Segundo Montalvo, y que busca la comidilla mediática y las cámaras de la prensa pequeño-burguesa para atentar contra la autonomía universitaria.
Lo grave es que Perú Libre nada muy orondo con esa clase de desaguisados donde los peticionarios o promotores de una falaz “reorganización” en la UNJFSC son personas con procesos abiertos en la Fiscalía de Huaura, por diversos delitos y hasta con sentencias por falsedad genérica.
¿No se ha informado la Comisión de Educación del Congreso de esa realidad? ¿Están también entre esos promotores del intervencionismo personajes denunciados por cobros a estudiantes universitarios para aprobarlos? ¿No ha investigado acaso el presidente de la Comisión de Educación que hay documentos en el que los alumnos adjuntan capturas de pantalla de transferencias bancarias hechas a las cuentas bancaria de algún promotor de dicha “reorganización”?
Señores de Perú Libre, investiguen bien, porque con esa clase de dictámenes intervencionistas y con gente cuestionada como promotora de una “reorganización” en la UNJFSC no se hace ninguna revolución. Vean también desde la Comisión de Educación del Congreso, que los estudiantes señalan que su labor parlamentaria está siendo llevada de la nariz por gente que solo quiere la venganza al haber sido separada de dicha universidad por tener sentencias dolosas.
De modo que no debería de primar en el Congreso ese falso espíritu de cuerpo pues entre esas personas que promueven la cuestionada “reorganización” hay gente de la izquierda marxista que no garantiza transparencia, y que al final solo dejará mal parado a Vladimir Cerrón y al partido Perú Libre.
La comunidad faustiniana y el pueblo de Huacho están disconformes con el proceder de la Comisión de Educación y del cerronismo, porque ¿o les están vendiendo a Perú Libre cebo de culebra o se están haciendo los sonsos por cuestiones de mero poder político al interior de la comunidad universitaria sin pensar en los estudiantes y trabajadores?