Un acto horrendo por donde se le mire y que no tiene lugar a justificaciones. Al menos 104 palestinos murieron este jueves por cuenta de los disparos del ejército israelí, después de que estos arremetieran contra las personas reunidas en una calle de Gaza para recibir ayuda humanitaria tras varios días de no contar con alimentos ni agua.
Las impactantes cifras se conocieron después de que el Ministerio de Salud de Hamás realizara un balance frente a cuántas personas habían perdido la vida mientras intentaban recibir comida.
Después de que se conoció la noticia, los soldados israelíes han salido a decir para algunos medios de comunicación internacionales que el motivo por el cual dispararon contra estos ciudadanos se debió a que se sintieron “amenazados” porque todos ellos –hombres, mujeres y niños desarmados–, luego de que llevaran varios días sin comer o beber algo, en cuanto vieron los carros y puntos con ayudas, corrieron sin pensarlo dos veces inmediatamente hacia ellos.
Por lo cual, Israel rechaza cualquier tipo de responsabilidad que pudieran atribuirles, así como tampoco creen que todas estas muertes hayan ocurrido bajo sus disparos, sino que muchos de ellos habrían perdido la vida, después de que fueran pisoteados por otros mientras intentaban reclamar un plato de comida.
Por su parte, un vocero oficial de Israel aseguró que “la mayoría murió por la estampida”.
“Las imágenes muestran cómo numerosas personas rodearon los camiones y como resultado decenas murieron y resultaron heridos por los empujones, pisoteos y atropellos de los camiones”, dijo el vocero israelí.
Declaraciones que no han sido bien vistas por la comunidad internacional y sobre las que Hamás dice que se presentaron al momento en que cientos de palestinos se dispusieran a recibir ayuda humanitaria en la Franja de Gaza, una zona donde la guerra ya ha cobrado más de 300 mil víctimas.
Después de casi cinco meses de guerra entre Israel y Hamás, la ONU estima que 2,2 millones de personas, es decir la gran mayoría de la población, corren el riesgo de morir de hambre en Gaza, especialmente en el norte, donde la destrucción, los combates y los saqueos hacen casi imposible entregar ayuda humanitaria.
Los países mediadores dicen esperar una tregua antes del inicio del Ramadán, el mes de ayuno musulmán que comienza la noche del 10 u 11 de marzo, pero de momento no informaron de avances concretos.