Venían pasando desapercibidos por el ente fiscalizador del Estado. Sus ingresos anuales, en algunos casos, significaban varios ceros en sus cuentas bancarias; y los más conocidos llevan una vida relativamente acomodada para los estándares del Perú. Y todo eso gracias a no pagar impuestos en el rubro a que se dedican.
La explicación de la Sunat para empezar a fiscalizar a los generadores de contenido es que los influencers y youtubers vienen realizando actividad empresarial en tanto perciben ingresos por publicidad y auspicios de reconocidas marcas. De acuerdo a esos lineamientos, esas personas deberán formalizar sus negocios dependiendo su actividad, sea en tercera o cuarta categoría.
Sin embargo, señalan que aquellos influencers y youtubers que recién estén empezando sus actividades y no las realizan de manera habitual solo están obligados a pagar el Impuesto a la Renta de cuarta categoría (como independiente), sujeto a una tasa de 8%.
Los influencers, youtubers y streamers reciben dinero de tres fuentes, principalmente. La primera de estas es mediante auspiciadores directos, quienes les pagan para que muestren sus productos en sus canales, historias o contenido que produzcan.
Su segunda fuente principal de ingresos son los pagos realizados por las propias plataformas en las que operan, como YouTube, Twitch u otra. Dichas páginas muestran publicidad pagada en los videos de los influencers, de ahí la página le da al creador de contenido una porción del dinero recibido por esta al contratar con el anunciante.
La tercera fuente de dinero más importante de este sector son las donaciones de sus seguidores, las cuales usualmente se realizan mediante páginas especializadas como “Patreon”. Actualmente, no existe un impuesto que grave las donaciones, por lo que dicha fuente de renta no podría ser tocada por la Sunat.
Este punto, sin embargo, es materia de debate, dado que en muchos casos las donaciones realizadas por los seguidores de los YouTubers, streamers o influencers tienen recompensas, como acceso a contenido de manera temprana y el ingreso a foros especiales, entre otros, por lo que se podría decir que tienen una contraprestación directa que haría que no sean propiamente “donaciones”.
El abogado tributarista José Verona explicó que los influencers siempre han debido pagar impuestos y que se les debe aplicar en la misma medida que a todos los demás, dado que generan renta.
Anteriormente, la Sunat en el 2019 indicó que empezaría a fiscalizar a dicho grupo de empresarios en el 2020 y para ello reunieron a influencers con la finalidad de instruirlos acerca de la declaración de sus ingresos y el pago de sus impuestos (Gestión 23.10.2019).
Ello, luego de que la administración tributaria encontró que entre el 2016 y el 2018 dicho grupo de personas no declaró un total de S/ 50 millones en renta.