Política

IMARPE: El caso de Jorge Noriega y los cobros indebidos durante 11 años

Desde 2013, Jorge Noriega trabajó como auxiliar de pesca en los ríos del sur. Su jefe, Víctor Eduardo Yépez Pinillos, manipuló sus recibos por honorarios para apropiarse de gran parte de su pago. En 2025, Noriega denunció el hecho ante el presidente de Imarpe, Jorge Paz Acosta, pero éste ignoró su reclamo.

Published

on

Durante más de una década, Jorge Luis Noriega Ríos trabajó como auxiliar de pesca para el Instituto del Mar del Perú (IMARPE). Ingresó en 2013 y permaneció en funciones hasta diciembre de 2024. Según su testimonio, no solo cumplió con su labor en zonas complejas y de difícil acceso, como los ríos del sur del país, sino que fue víctima de una cadena de abusos e irregularidades encabezadas por su entonces jefe, el exdirector general de Acuicultura, Víctor Eduardo Yépez Pinillos.

Noriega Ríos fue contratado inicialmente para apoyar en investigaciones científicas sobre el camarón de río, una especie que habita en zonas como Chincha y Pisco (Ica), y Majes, Camaná, Tambo y Ocoña (Arequipa). Su trabajo era riesgoso y exigente: consistía en sumergirse de madrugada en los ríos para capturar ejemplares vivos que luego serían estudiados por biólogos del IMARPE. Cada expedición duraba varios días y contaba con la participación de entre 10 a 12 pescadores técnicos.

Nomina a cargo de Yépez Pinillos que asignaba el pago a los auxiliares de pesca.

Pero detrás de esa labor científica, había una práctica irregular. Según la denuncia de Noriega, Yépez Pinillos le exigía que entregara su talonario completo de recibos por honorarios y, además, su clave SOL de la Sunat, información estrictamente confidencial. La justificación era que “IMARPE no pagaría” si no se llenaban correctamente los recibos, y que él, como jefe, lo haría por su cuenta para “evitar errores”. Sin embargo, según el testimonio, Yépez utilizaba esos documentos para manipular montos, apropiarse de parte del dinero destinado al trabajador, e incluso justificar pagos a familiares suyos que no realizaban labores de campo.

Noriega cobró S/1,992, según Recibo por Honorario de septiembre de 2024.

Noriega Ríos asegura que nunca tuvo control sobre los recibos emitidos a su nombre. Tampoco supo con exactitud cuánto cobraba formalmente por cada expedición, porque era Yépez Pinillos quien redactaba y presentaba toda la documentación. A lo largo de los años, este sistema se mantuvo sin cambios, incluso con descuentos arbitrarios por conceptos como movilidad, pasajes o alimentación, que tampoco eran informados oficialmente.

La situación se agravó cuando Noriega Ríos revisó su historial en Sunat y descubrió que los montos registrados en los recibos emitidos a su nombre eran mucho mayores a lo que realmente había recibido. Esta abismal diferencia, sostiene, fue sistemáticamente apropiada por Yépez Pinillos. El cálculo que ha realizado estima que el perjuicio económico asciende a aproximadamente 70 mil soles. Un dinero que, cabe resaltar, proviene del tesoro público, porque Imarpe está adscrito al Ministerio de la Producción y que nunca llegó realmente a las manos del trabajador.

Pero el caso no se limita a una presunta apropiación indebida. Noriega Ríos también denuncia que Yépez utilizaba los recibos de otros trabajadores para pagar a sus familiares, quienes sí participaban en las expediciones, pero sin figurar oficialmente. De este modo, manejaba una red irregular de pagos sin control formal, ni fiscalización institucional.

En 2025, al sentirse engañado, Noriega Ríos decidió enviar una carta notarial a Yépez Pinillos. La fecha fue el 10 de abril. En el documento, le exigía explicaciones, una reparación económica y una respuesta frente a los años de abuso. Pero no hubo respuesta ni devolución del dinero. Lo único que obtuvo fue silencio.

Carta notarial enviada a Yépez Pinillos el pasado 10 de abril del 2025.

Previamente, había intentado comunicarse con su exjefe por llamadas telefónicas y mensajes de WhatsApp. Le pidió que le devolviera el dinero, que al menos reconociera lo que había hecho. Según relata Noriega, Yépez incluso le habría pedido que no lo denunciara, reconociendo de forma implícita la irregularidad de sus acciones. Aun así, nunca le resarció los daños.

Noriega le pide a Yépez Pinillos que cumpla con devolverle el dinero que se apropió ilícitamente.

Ante la falta de respuesta, el 17 de mayo de 2025, Noriega Ríos elevó su reclamo a un nivel institucional. En una segunda carta notarial, se dirigió al Presidente Ejecutivo de IMARPE, el contralmirante Jorge Manuel Paz Acosta. En ella, expuso todos los hechos ocurridos durante sus 11 años de servicio: los abusos sistemáticos, las manipulaciones de documentos, los pagos irregulares y el uso indebido de recursos públicos; incluso mencionó que tenía en su poder audios, fotos y chats de WhatsApp que prueban lo realizado por Yépez Pinillos. También pidió formalmente que se inicie una investigación interna para esclarecer los hechos y, si corresponde, aplicar sanciones.

Carta notarial enviada al presidente de Imarpe, Paz Acosta el pasado 17 de mayo del 2025.

Sin embargo, a la fecha de esta publicación, IMARPE no ha emitido ninguna respuesta, ni un acuse de recibo, ni una señal de que se investigue el caso. El reclamo permanece, según indica nuestra fuente, olvidado en el séptimo piso del edificio, donde funciona la presidencia ejecutiva del organismo del mar.

Noriega le pide al presidente de Imarpe que ordene una investigación exhaustiva.

¿Por qué no se responde a una denuncia tan grave? ¿Yépez Pinillos actuó solo o hubo conocimiento institucional de sus prácticas? ¿Cómo justificaba los pagos en la documentación oficial de IMARPE? ¿Dónde están los controles internos?

La historia de Jorge Luis Noriega Ríos podría ser solo la punta del iceberg. Si un funcionario logró, durante más de una década, manejar recursos públicos con esta libertad, emitir recibos a nombre de terceros y mover dinero sin fiscalización, la pregunta más alarmante es: ¿cuántos otros casos como este existen dentro de IMARPE?

Noriega nunca tuvo seguro médico a pesar de trabajar buceando en ríos, sin ninguna cobertura por riesgos laborales y nunca tuvo contrato fijo. Su vida y su trabajo se mantuvieron en la informalidad institucionalizada, sostenida con promesas, manipulaciones y silencios. Y a pesar de todo eso, no busca venganza. Solo exige justicia y reparación.

Este caso merece atención urgente. No solo por el perjuicio económico y por ser de interés público, sino por el mensaje que deja: que, en algunas instituciones públicas, la impunidad todavía se sienta cómoda. Que los funcionarios que se aprovechan de su posición para enriquecerse a costa de los más vulnerables pueden pasar desapercibidos. Y que cuando un trabajador honesto alza la voz, lo ignoran.

La historia de Jorge Noriega Ríos no debe quedar archivada en un escritorio. Merece respuesta, investigación y, sobre todo, la verdad.

Al cierre de este informe, Lima Gris intentó comunicarse por vía telefónica con Víctor Eduardo Yépez Pinillos y con el Presidente Ejecutivo de Imarpe, Jorge Manuel Paz Acosta, sin obtener respuesta. Asimismo, se les envió un mensaje a través de WhatsApp solicitando sus descargos; sin embargo, hasta el momento no han respondido.

Lima Gris no obtuvo respuestas de las personas involucradas.
Comentarios
Click to comment

Trending

Exit mobile version