III FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO CUSCO / UNA FERIA CUSQUEÑA PARA EL OLVIDO

ESCRIBE MARIO GUEVARA PAREDES

El 17 de agosto, faltando una semana para el inicio del 3ra. Feria Internacional del Libro Cusco, recibí la llamada de Jorge Alejandro Vargas Prado, coordinador, director, o lo que sea de dicha feria, invitándome (por teléfono) a participar en un conversatorio sobre revistas. Le contesté que no puedo participar por la sencilla razón que es muy típico en Cusco invitar a otro cusqueño a participar faltando unos días para que se realice el evento, cuando las invitaciones a escritores y editores limeños se realizaron hace más de un mes.

En cualquier ciudad del continente, cuando se realiza una feria internacional del libro los primeros invitados son los de casa y la invitación no es por —teléfono— sino por escrito y rubricado por la institución que la patrocina. Sin embargo, los de casa (narradores, poetas y editores cusqueños), en la otrora capital de los incas, tenemos que ir a inscribirnos a las oficinas de la Dirección Desconcentrada de Cultura del Cusco para participar en dicha feria. Pareciera que nos estarían haciendo un gran favor al incluirnos en la programación. Por esta falta de tino y desatención, varios escritores cusqueños como Carlos Velásquez, Yván Yauri, Ángel Avendaño, Mario Pantoja, Jaime Pantigozo,Juan Mescco, Mario Guevara y otros, no participarán en el evento.

Ahora bien, la bendita llamada solamente se dio porque los “boys and girls” oenegeneros que trabajan en la oficina de la Subdirección de Industrias Culturales y Artes de DDC-Cusco se anoticiaron de que la revista que dirijo: “Sieteculebras”, cumple 25 años este octubre del 2016.

En Perú y Latinoamérica, contadas revistas han llegado a los 25 años de ininterrumpida labor cultural, y una de estas publicaciones es “Sieteculebras”, revista independiente (que nunca recibió patrocinio estatal ni privado), fundada en Cusco en 1991, y que ha publicado en sus páginas a lo mejor de la intelectualidad cusqueña, peruana y latinoamericana.

Por otra parte, en julio de este año, los puneños dieron una lección a los cusqueños, al invitar a sus escritores, poetas y ensayistas que viven en la ciudad lacustre y fuera de ella (Lima, Arequipa, Cusco) a la Primera Feria del Libro Puno 2016. Asimismo, invitaron a los puneñistas que han escrito sobre la región del altiplano. Dicha feria se realizó en un lugar público como es la Plaza Pino de la ciudad del lago, y no como se hace la susodicha cusqueña que tercamente se realiza en un estacionamiento (tercer piso) de un “mall” trasnacional.

Me pregunto, ¿qué carajo pasa con el cusqueño (alienado por el centralismo limeño) que no valora el trabajo de sus propios paisanos?

Ahora que hay un nuevo Director en DDC-Cusco que se replantee los fines y objetivos de dicha feria que se organiza con el dinero de todos los cusqueños. Y que los involucrados en la organización de las tres ferias, del fondo editorial (que entre otras perlas, publicaron 5 libros de autores extranjeros con un tiraje de 5000 ejemplares cada uno, antes de que a sus propios autores), talleres, conciertos y otros, sean investigados por el control interno del DDC-Cusco, porque existen claros signos de malversación de fondos de la institución. Asimismo, esperamos cambios del personal que trabaja en dichas áreas por el bien de la cultura del Cusco.