Afirman que el ‘periodismo de investigación independiente’ corre peligro; pero omiten decir que un grupo de medios desde hace gran tiempo hicieron alianzas para conservar una ‘hegemonía’ que los motivó a marcar la agenda de la noticia. Tal es así, que olvidan que fueron caja de resonancia y ‘publicistas’ de jefes de Estado, como Toledo, Humala, PPK, Vizcarra, Sagasti y Castillo.
En ese sentido, la única perjudicada es la opinión pública, que se mantiene confundida y debido a dichas ‘victimizaciones’, habitualmente ya no sabe quiénes son los malos y/o los buenos.
Entre tanto, y mediante sus redes sociales, la ONG Instituto de Defensa Legal (IDL) asegura que su principal integrante Gustavo Gorriti es víctima de acoso.
Lo más sorprendente es que sostienen, que todo lo que asevera el colaborador Jaime Villanueva sobre Keiko Fujimori es cierto; incluso apoyaban lo que se revelaba sobre Patricia Benavides. Pero, cuando involucran directamente a Gustavo Gorriti, se rasgan las vestiduras y señalan que Jaime Villanueva miente a la Fiscalía.
Incluso, han publicado un manifiesto en su portal en el que respaldan a su director, y lo victimizan totalmente, y rechazan la supuesta manipulación mediática promovida por los investigados por corrupción y añaden que Gustavo Gorriti es blanco de una campaña de desinformación.
También, refieren que la libertad de expresión está amenazada, así como el periodismo de investigación independiente.
¿Acaso una ONG que recibe millones de dólares de un financista que ejerce una agenda global, es prensa independiente?
El manifiesto de IDL, ha sido respaldado por un ramillete de periodistas que son afines al operador político, mal llamado periodista (porque ese señor hace muchos años que no hace periodismo). Así como, un gran numero de ciudadanos de ideología izquierdista- caviar y no caviar, como Nelson Manrique, Avelino Guillen, Mirtha Vásquez, Salomón Lerner, Ronald Gamarra, Nicolas Lynch, entre otros progresistas.
Asimismo, la ONG Instituto de Prensa y Sociedad (IPYS), recordada por haber recibido US$220 mil dólares de Odebrecht, también se pronunció a favor de Gorriti y no era de extrañar, porque él también perteneció a dicha organización.
“Del contenido conocido de las declaraciones ante una Fiscalía Suprema del testigo Jaime Villanueva, no encontramos indicios delictivos imputables al medio, ni al periodista”, afirmó IPYS.
Entonces, ante los reveladores indicios surge la pregunta ¿Porque la JNJ, no abrió investigación a la fiscal Zoraida Ávalos?
Y por su parte, si la Fiscalía es la que tiene la prerrogativa de perseguir el delito ¿Por qué no abre investigación a Gustavo Gorriti por presunto trafico de influencias y por usurpación de funciones?
Porque si él es inocente, no tendría por qué temer y debería afrontar una eventual investigación; no obstante, como tiene un ‘comprobado poder tras las sombras’, pega el “grito al cielo” y sabe que no será investigado, así como su protegida, Susana Villarán, que continua libre y encima pretende salir del país.
Quizá la respuesta más clara, obedece a que dicha institución tutelar (Ministerio Público) está tomada por una facción ideologizada, que conforma toda una ‘cofradía’.
Entonces, ya entendemos porqué IPYS, la institución dirigida por Augusto Álvarez Rodrich, señala que las investigaciones solo deben apuntar a funcionarios y políticos.
¡Más claro ni el agua!