Por Edwin A. Vegas Gallo
Al término de la legislatura ordinaria, de este Congreso del 4% de aprobación ciudadana, se ha dado un HUAYCO de leyes, sin sustento constitucional jurídico ni mucho menos pensando, en el impacto legislativo que ese huayco legicida atenta contra la vulnerable democracia peruana.
Cual huayco climático que deja fango y desolación, así es lo que dejará esta rumba de leyes mal concebidas, como la de traerse abajo la detención preliminar sin flagrancia, modificando el Nuevo Código Procesal Penal, de por sí ya garantista.
Ni que decir del aumento de curules, para las elecciones del 2026, considerando 130 diputados y 60 senadores, proyectando a 2031, 237 curules. Ello en la lógica cuantitativa, de que a más congresistas, mejor representada estará la población del territorio nacional.
Obviamente se prescinde de la lógica cualitativa para hacer mejores leyes y se favorece la mayor cantidad de “mocha sueldos” y tantos adefesios políticos, acompañantes de la triada de líderes de la alianza gobernante (Fuerza Popular, Alianza para el Progreso y Perú Libre).
Con esos monigotes políticos, en cantidad y sin calidad, poco o nada, puede esperarse para fortalecer la sociedad democrática en la próxima década.
El látigo de este huayco legicida populista y con visión personal de enquistamiento político “pero se”, lo constituye la repartija presupuestal 2025, en que claramente se ha favorecido los intereses políticos de APP, para seguir haciendo su campaña política, con “plata como cancha” pero la plata de los impuestos de todos los peruanos y ni que decir el presupuesto aprobado para uso y disfrute del patrón de los rolex o las exoneraciones tributarias para las grandes empresas.
Asimismo la presidenta Boluarte esta regalona con su bono extraordinario de un mil soles para los trabajadores de su despacho presidencial. De repente este bono es iniciativa de un congresista que antes formó parte del personal de ese despacho.
Verdaderamente estamos en el caos por este contubernio CONGRESO – GOBIERNO, a quien no le importa el color del gato con tal de que cace al ratón. Y hablando de roedores, deleznable la expresión de Morgan Quero, ministro de Educación y franelero mayor de Boluarte, al referirse que “los derechos humanos son para las personas y no para las ratas”, en clara alusión a los 50 muertos por la represión del régimen en el 2022-2023, en total desprecio por la vida y la dignidad.
Ya es tiempo que a este Quero, la Presidenta lo remueva o que por decoro renuncie, aunque en la eco- eto fisiología de la fauna sapiens acompañante es muy difícil llegar a este extremo.
Pobre Perú que te están haciendo tantos incapaces y el futuro sombrío qué le están dejando a las generaciones futuras.
