Se requieren 52 votos para que el presidente Pedro Castillo tenga que presentarse ante el Congreso de la República y exponer ante los parlamentarios su defensa junto a un abogado. Hasta el momento de esta nota aún no se contarían con los votos suficientes para continuar con el proceso.
Fue la tercera vicepresidenta del Congreso, Patricia Chirinos (Avanza País), quien impulsara el pasado 25 de noviembre la moción de vacancia contra Castillo, luego de éste habría tenido reuniones fuera de agenda con funcionarios del Gobierno y proveedores del Estado en la ya famosa casa del pasaje Sarratea, en Breña.
Hasta el momento, bancadas como Perú Libre (PL) y Alianza para el Progreso (APP) han adelantado que votarán en contra de continuar con el curso de este pedido.
Justamente el líder de APP, César Acuña, manifestó que su agrupación iba a votar en contra de la vacancia porque no se ha llegado a demostrar los presuntos actos de corrupción vinculados al presidente Castillo.
“Esta semana se habló de famosos audios (que involucraban al Gobierno), pero no se ha visto nada. Eso nos hizo tomar una decisión”, explicó Acuña Peralta.
Si la oposición consigue los 52 votos, el pleno acordará una fecha entre los 3 y 10 días para el debate y votación de la moción, por lo que el presidente de la República podría acudir al Palacio Legislativo para sustentar su defensa, caso contrario lo hará su abogado en su representación.
Para que Castillo Terrones sea cesado del cargo se requiere de mayoría calificada del Parlamento, es decir 87 votos.
Congreso interpelará a ministro de Educación por supuesta filtración de pruebas docentes
Antes de la moción de vacancia, a partir de las 10 de la mañana, el Parlamento tiene en agenda interpelar al ministro de Educación, Carlos Gallardo, para que explique la supuesta filtración de la evaluación de docentes.
La Junta de Portavoces acordó que se prolongue por 3 horas. Durante ese lapso el ministro Gallardo deberá responder 10 preguntas para aclarar todos los cuestionamientos, los congresistas pueden impulsar luego una moción de censura contra Gallardo, que, de aprobarse, lo obligaría a dejar el cargo.