El gran historiador tacneño Jorge Basadre Grohmann, nació el 12 de febrero de 1903 y falleció a los 77 años, el 29 de junio de 1980. Este crítico de la realidad peruana dedicó su vida a estudiar y a reflexionar sobre el destino del país, no solo a través de la historia; sino, del derecho, la literatura y la filosofía.
Basadre también desempeñó importantes cargos en el Estado. Primero como ministro de Educación en dos ocasiones y posteriormente como director de la Biblioteca Nacional del Perú. Lugar, que bajo su gestión fue reconstruido y reestructurado, tras el incendio que sufriera en 1943. Una de sus obras más relevantes y que marcó un hito en la historiografía peruana, es “La Historia de la República del Perú”.
Entre otras obras principales se encuentran “La iniciación de la República”, “Perú: problema y posibilidad”, “Historia del Derecho Peruano”, “La promesa de la vida peruana”, “Fundamentos de la historia del Derecho”, “Conversaciones con Basadre”. Tras una vida intensa en la ‘academia’ y durante su misión de sacar adelante a la patria, Basadre enfermó y ante las complicaciones de salud que le sobrevinieron, fue internado en la clínica San Borja, el 25 de junio de 1980. Sin embargo, tras cuatro días de internamiento, a las siete de la mañana del 29 de junio, sufrió un paro cardiaco y ya nada se pudo hacer.
Al día siguiente, los restos del ‘historiador de la República’ fueron paseados en un cortejo fúnebre, desde el Club Tacna, en la avenida Salaverry y llegó primero hasta la Casona de San Marcos del Parque Universitario y posteriormente a la Biblioteca Nacional del Perú, de la avenida Abancay. Finalmente, prosiguieron por el jirón Ancash, hasta culminar en el Cementerio ‘El Ángel’.
Todos los tributos realizados a este gran amauta del Perú, y que solo vivió para estudiar el comportamiento de la idiosincrasia nacional —no solo para entenderla— sino, para darle un sentido y un símbolo de esperanza, han sido insuficientes.
Basadre pensaba —“Perú es un sueño… es una posibilidad”— a través de los jóvenes comprometidos con su patria y con su terruño, como lo hizo él de niño, en su querida Tacna ante la invasión chilena —nuestra patria es una promesa y una gran posibilidad.
(Columna publicada en Diario UNO)