En distintos países de Asia es usual ver un plato de comida conteniendo carne de perro u otros animales que en esta parte del mundo son considerados como animales domesticados, generando para los foráneos una extraña sensación de rechazo. Sin embargo, con el transcurrir de las décadas, algunas sociedades como la de Corea del Sur han ido perdiendo la costumbre de consumirlos, observándose en cambio que muchas personas prefieren tenerlas como compañeras de hogar a que sean un alimento más.
Las encuestas recientes mostraron que la mayoría de los surcoreanos ya no comen este tipo de carne, pero también apuntan que uno de cada tres se opone a la prohibición a pesar de que no consumirla.
Cabe mencionar que el consumo de carne de perro, una práctica centenaria en la península de Corea, no está explícitamente prohibido ni ilegalizado en Corea del Sur.
Es por ello que la Asamblea Nacional aprobó la iniciativa el martes por 208 votos a favor y ninguno en contra. El gobierno del presidente, Yoon Suk Yeol, respalda el veto, por lo que los siguientes pasos para la entrada en vigor de la norma son considerados meras formalidades.
“Esta ley está pensada para contribuir a hacer realidad los valores de los derechos de los animales, persigue el respeto a la vida y la coexistencia armoniosa entre humanos y animales”, indica el texto de la norma.
El proyecto de ley ilegalizará el sacrificio, la cría, el comercio y la venta de carne de perro para el consumo humano a partir de 2027, y castigará estos actos con penas de entre dos y tres años de cárcel. Pero el texto no estipula sanciones para el consumo de carne de perro.
La ley ofrecerá ayudas a los criadores y a otros profesionales del sector para cerrar sus negocios o buscar alternativas. Los detalles sobre la ilegalización de la industria serán elaborados por funcionarios, granjeros, expertos y activistas por los derechos de los animales, según el proyecto de ley, sin embargo, algunos criaderos de perros se encuentran muy mortificados por el reciente anuncio, indicando que presentarán un recurso ante la Corte Constitucional y se movilizarán contra la medida, lo que indica que el encendido debate en torno a la prohibición continuará.
No existen datos fiables sobre el tamaño exacto de la industria de la carne de perro en Corea del Sur. Activistas y granjeros dijeron que cientos de miles de perros se sacrifican cada año en el país por su carne.