Opinión

Hija de vendedora de chicha triunfa en la NASA

Lee la columna de Rodolfo Ybarra

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En la película basada en hechos reales, A millones de kilómetros, un migrante mexicano logra con mucho esfuerzo y en muchos años llegar a ser astronauta de la NASA. Algo así, salvando las distancias, ha pasado con Thalía Leyton Reto, la joven peruana de escasos recursos que a sus 22 años y, tras un esfuerzo titánico de superación, ingresó a trabajar en la NASA.

Su madre y su abuela vendían chicha de jora en Pueblo Nuevo de Colán y por eso, Leyton sabía que tenía que aprovechar y ganar todas las becas, pasantías y concursos desde los 13 años y en más de cuatro países y estudiar en el Colegio de Alto Rendimiento de Piura (COAR-PIURA) y en la UTEC de Lima; y continuó su formación académica en la École Polytechnique de París, una de las instituciones de ingeniería más prestigiosas del mundo. Allí, sigue una maestría en Ingeniería Biomédica, interesada en el estudio de hidrogeles biodegradables para la liberación progresiva de fertilizantes y agua en cultivos.

Leyton es consciente del problema del agua que aqueja a los agricultores de Piura y en otras partes del mundo por eso afirma: “Una forma muy innovadora qué encontramos en la literatura científica, era aprovechar el sistema que se usa para entregar fármacos en el cuerpo, utilizando hidrogeles, encapsulando pastillas para cierto tipo de enfermedades. Entonces dijimos, hay que aplicarla a la agricultura, pero en vez de que se aplique al cuerpo que se aplique a un cultivo en el que se pueden capturar el agua y los fertilizantes. Así fue como nació todo, desde allí empezamos primero en una fase teórica y el año pasado una de las integrantes del equipo lo pudo hacer en el laboratorio. Pero seguimos trabajando”.

Thalía Leyton ha sufrido en carne propia la segregación y el estigma de las familias humildes del Perú, por eso escribió en su Facebook: “La hija de la ‘chichera de La Capilla’ (leerse con el tono despectivo con el que han tratado a mi madre, a mi abuela y a todas las mujeres que venden chicha de jora en mi pueblo) está trabajando en la NASA”.  Y se despide diciendo: “Traigo a mi familia, a mi pueblo y al Perú conmigo en cada sueño profesional cumplido para mejorar la salud de las personas y contribuir a la medicina a través de la ingeniería».

(Columna publicada en Diario UNO)

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