Todos los días, los pilotos y cuerpo técnico del Ala Aérea N.º 5/Grupo Aéreo N.º 42 de la Fuerza Aérea del Perú, despiden muy temprano a su familia para subirse a las aeronaves DHC-6 serie 400 y emprender vuelo a los lugares más recónditos de la región amazónica, y en muchas ocasiones con climas adversos, aterrizando en lugares inaccesibles y peligrosos con torres de control inoperativas y en muchos casos con pistas de aterrizaje en pésimo estado, exponiendo, en algunas situaciones, la integridad física de la tripulación por salvar vidas humanas.
Loreto es una de las regiones más extensas del Perú, casi no existen carreteras para comunicarse entre sus ocho provincias que lo conforman, lo que hace, que sea un territorio agreste con escasas probabilidades de atención inmediata ante una emergencia o cualquier situación de riesgo que se presente; la cuenca hidrográfica está conformada por ríos serpenteantes, angostos y de difícil acceso a barcos de gran calado. Para tener una idea clara, si deseamos viajar desde Iquitos a Nuevo Andoas, que está ubicado cerca de la línea fronteriza con Ecuador, el tiempo de navegación en las embarcaciones fluviales será de aproximadamente diez días, mientras que en una avioneta de la Fuerza Aérea será en una hora con veinte minutos.
Es ahí, donde resalta y se engrandece la labor silente que lleva a la gloria, a los 58 pilotos, entre ellos dos mujeres oficiales y los mecánicos a bordo, que tienen la misión de cumplir los objetivos trazados por su comando, liderado por el Comandante General de Ala Aérea Nº 5, General FAP Jimmy Sandoval Montenegro y por el Comandante del Grupo Aéreo Nº 42, Coronel FAP Carlos Chávez Arévalo. “El compromiso que tiene la Fuerza Aérea del Perú es tender lazos hacia las poblaciones vulnerables y menos favorecidas de la Amazonía peruana, siempre contamos con la mejor predisposición en cualquier momento para atender a cualquier llamado que requieran dentro de las 24 horas; hace poco, atendimos una emergencia en la noche de manera exitosa, tuvimos que evacuar a dos policías heridos de gravedad que se encontraban en Caballo Cocha, haciendo uso de Night Vision Googles (lentes de visión nocturna), que fue la primera evacuación que se realizó usando esta tecnología y que facilitó el aterrizaje de la aeronave en el aeropuerto del lugar, cuya pista tiene desprendimiento de capa asfáltica y no cuenta con luces de aterrizaje. Hasta la fecha, durante este año, hemos realizado 25 a 30 evacuaciones satisfactorias; cada operación es de alto riesgo, son distintas y cada una tiene su grado de complejidad. Estas acciones reivindican a nuestra profesión, valoramos lo que hace cada miembro de nuestra institución y con mucho orgullo nos hace sentir piloto y miembro de la Fuerza Aérea del Perú”, aclaró el Coronel FAP Carlos Chávez Arévalo.