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Henry Vallejos: “Las empresas cinematográficas que funcionan aquí, nos pisotean”

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Entrevista y foto: Gia Ángeles. (Enviada especial)

Huánuco, la ciudad con el mejor clima del mundo, fue esta semana el epicentro del cine nacional. El I Festival de Cine de Huánuco, se realizó en la histórica Universidad Hermilio Valdizán,  ha congregado cinéfilos aficionados,  estudiantes de comunicación y  directores de las películas de cine regional más reconocidos del Perú.

Henry Vallejos, cineasta nacido en Puno, participó con su largometraje de terror: El misterio de Kharisiri.  Lima Gris conversó sobre la experiencia del rodaje y sus expectativas del cine nacional.

¿Qué tal la experiencia de presentar tu película en Huánuco?
Me encuentro muy agradecido con Elias Cabello y con toda la organización por la invitación a este magno evento. Venir a un encuentro como el que se organiza el día de hoy es volver a recordar cómo fue diseñada la película y cuál fue y es la reacción del público. Entonces, eso es lo interesante de volver a presentar la película El misterio de Kharisiri”, todavía puede provocar alguna reacción, llamar la atención, comunicarles algo, eso es lo interesante.

 ¿Cómo fue el estreno del El misterio de Kharisiri?
La película fue el primer largometraje hecho en Puno-Ciudad producido por un puneño. La historia generó bastante expectativa por el tema, que siempre ha sido un mito: El Kharisiri. Entonces creo que a partir de ahí la aceptación del público ha sido muy buena. Se estrenó en dos salas donde había colas de hasta tres cuadras que tuvieron que ser cerradas por la policía generando un pequeño caos que después pudo controlarse. En una ciudad,  estuvo siete semanas en sala. Y así hemos recorrido todo el sur, viajando. Estuvo en cartelera un mes en Bolivia, donde nos tomaron más interés que en Lima, hubo mucha publicidad. La película tiene escenas donde se habla el Aymara. Los medios presentes estuvieron muy interesados por eso y fue bonito porque adoptaron la película como si hubiera sido producida en Bolivia, sabiendo que era una película peruana.

¿Cómo ha respondido la gente de Huánuco con las películas peruanas que en estos días se están proyectando en el festival?
Pienso que la organización ha hecho un buen trabajo, porque han encontrado un canal acertado en la carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad  Hermilio Valdizán, que se ha unido con ellos apostando por este evento. Entonces,  se reúne a muchos  comunicadores que ven como un refugio esta clase de eventos, y asimismo, refugia a muchos actores, pintores, literatos y artistas en general, que interesados en el cine vienen y se sienten atendidos en sus necesidades artísticas, que además no solo es una necesidad del artista, sino del público en general, y hoy podemos constatar esto con la buena acogida que ha tenido el festival.

¿Crees que el público peruano es más crítico?
Yo creo que sí. Hay gente que muestra desde muy temprana edad interés en el cine. En algún momento se da el salto de querer dirigir o escribir para dejar de ser solo un espectador. Pienso que la tecnología es uno de los factores determinantes para realizar una película, antes solo se podía realizar un largometraje con celuloide, ahora hasta se puede hacer una película con un celular. La tecnología es una gran puerta para hacer cine. Por otro lado, el hecho de ver a tanta gente y un amigo cercano haciendo cortometrajes, largos o incluso grabar algo sencillo sin un guión establecido al principio, anima a otras personas que tienen sensibilidad por el arte a querer realizar o intentar hacer una película. Es cuestión de inmediatez de los realizadores.

¿Consideras que el Estado apoya a los nuevos cineastas?
El estado está reaccionando lentamente. El Ministerio de Cultura tiene recién cuatro años de formado; en Francia, por ejemplo, tienen como cien años que el Estado a través de sus organizaciones culturales, apoya a sus artistas; entonces creo que hay una diferencia abismal, la cual ahora la estamos aprendiendo. Por otro lado, creo que hay bastante reticencia por las películas nacionales que no han sido hechas en Lima o por directores limeños, ya que muchas de las películas que se hacen al interior del país, no tienen los grandes auspiciadores o los distribuidores que otros largometrajes tienen, y que por lo tanto son fácilmente vendidas y exhibidas en salas comerciales. Ellos no apuestan por el arte, ellos apuestan por el dinero que va entrar en las taquillas. Creo que lidiar con ellos es la parte más fea de hacer cine.

Se debería respetar la ley, toda película peruana debería exhibirse como mínimo un mes, además de promoverse y fomentarse en el país y no hacer lo que les da la gana permitiendo que las empresas cinematográficas que funcionan aquí nos pisoteen y no se haga nada al respecto.

Para finalizar, agregar que el cine regional está pasando por un proceso distinto, que sabiendo de sus limitaciones y a veces de deficiencias técnicas, también sabe de sus virtudes, y con eso apuesta y se atreve a realizar un material que tiene mucho para dar, mucha riqueza cultural que toma más sentido cuando lo analizas con mente abierta. El lenguaje se puede afianzar, lo que no se afianza es la mente cerrada. Tarkovsky decía “esencia y contenido, antes de la técnica”. Entonces ¿De qué te sirve la técnica impecable si el contenido es vacío?

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