Agotan todos sus recursos. Un grupo conformado por el economista Daniel Córdova, el congresista electo Jorge Montoya, y la ex ministra de la Mujer, Nidia Vílchez, llegaron a Washington para tener una reunión con el director del Departamento para la Cooperación y Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA), Gerardo de Icaza, para hacerle presente un presunto fraude electoral realizado durante la segunda vuelta del 6 de junio.
Se pudo saber, además, que también se sumó a esta comitiva Hernando Guerra García, vocero de Fuerza Popular, y hoy buscarán ser recibidos por el secretario general de la OEA, Luis Almagro, con el objetivo de que se realice una auditoría en el Perú.
Al respecto, el ex embajador de Perú en Japón, Harold Forsyth, señaló que la misma OEA ha declarado que las elecciones en el país se han procedido “ajustadas al derecho” y que por ello, aunque el presidente Francisco Sagasti solicite una auditoría, “no la procesarían”.
“Un jefe de Estado no puede participar en ese tipo de iniciativas (pedido de auditorías sobre elecciones) porque sería parcializarse en torno al pedido de un candidato, ya que este está interesado. Aunque lo pidieran ambos candidatos, lo que ocurriría es que el Poder Ejecutivo estaría emitiendo una opinión, y una que en este caso de lo que sucede en el Perú, sería a contramano de la posición de la ONPE y el propio Jurado Nacional de Elecciones, que son los órganos responsables del acto electoral. Eso es improcedente y por supuesto que no va a pasar. La propia OEA no la va a procesar. La única manera de que se pueda dar esta auditoría sería que lo pida el JNE y en este caso, no lo van a pedir porque sería cuestionar su propio trabajo y el de la ONPE. De manera que el resultado electoral que dio la ONPE en la práctica es cosa juzgada”.
