Que se llamó la “isla del diablo,” por las tórridas historias que allí se vivieron. Esta, que no es otra que el Frontón, un peñasco ubicado frente a las costas del Callao, se convirtió en prisión política desde que el Presidente José Pardo y Barrera, la fundara en 1917 y cerró en 1986 después de la represión de un motín que costó la vida de 118 internos. Desde entonces quizá, esos nombres anónimos son repetidos por el golpeteo de las olas contra las áridas costas de esta isla que llegó al paroxismo del horror durante los gobiernos de Luis Miguel Sánchez Cerro, Oscar Raymundo Benavides y Manuel Odría Amoretti. Allí se perdió la Fe en el hombre y se vivieron los peores oprobios tal como relata el periodista Jaime Hugo Rivera de la revista “Callao” (No 23-15 de Dic de 1959) en una crónica testimonial que fue recogida por Róger Honores Escobar en su edición que lo hace debutar como escritor, “Mis Relatos de la Historia del Callao”(Editorial World Union Corp S.R.L-mayo del 2022) y fue presentada en la cuarta versión de la Feria del Libro “bellavista lee” realizada en el Parque de la Cultura bajo los auspicios de la Municipalidad de Bellavista.
Honores, que tiene la curiosa virtud de combinar su trabajo como empresario, con la búsqueda de relatos, ha logrado confeccionar una edición de siete capítulos donde relata de manera amena y entretenida hechos históricos teniendo como protagonistas a chalacos que participaron, por ejemplo en las Olimpiadas de Berlín en 1936, en la que actuó gloriosamente el equipo del Sport Boys junto a sus invitados de primera línea como “Manguera” Villanueva, “Lolo” Fernández, Valdivieso y Magallanes. A estas historias se suman la Crónica sobre el “Refugio de Satanás” que mencionamos y también emotivas evocaciones sobre dos grandes poetas fallecidos muy jóvenes: Carlos Concha Boy, reconocido por Dora Mayer, la singular indigenista que supo vislumbrar su talento y Alfonso de Silva, poeta y músico, gran amigo de César Vallejo quien a manera de epitafio le dedicó un poema muy sentido.
Igualmente encontramos a los tres pilares de la Salsa chalaca, Lucho Rospigliosi, Luis Ballesteros y Carlitos Loza. Y para redondear esta primera entrega (Honores nos mencionó que vendrían cinco ediciones más) nos presenta a diversas personalidades chalacas como el tenor Alejandro Granda, a los músicos y /o cantantes, Oscar Avilés, Rómulo Varillas, Eduardo Márquez Talledo, cuya composicón “Nube Gris” fue incorporada en el repertorio de Pedro Infante y sirvió como leid motiv de la novela “Lo que no dijo Varguitas” de Julia Urquidi. También encontramos al “Chato” Raygada, Lucho Barrios, Delia Vallejos, Pedro Suárez Vértiz, al “Mono” Altamirano, entre otros.
Una figura que llama la atención es la de Ima Súmac, a quien creímos cajamarquina pero el empresario nos desdice, asegurando que nació en la cuadra 1 de la calle Lord Cóchrane, en pleno centro del Callao. En resumen, “Mis Relatos de la Historia del Callao”, podría ser calificado como una pequeña enciclopedia.
De este novísimo autor, resaltamos que nació en Bellavista y trabajó en el Puerto siendo dirigente de SUTRAMPORT. Estuvo por más de dos décadas en ENAPU S.A, es melómano y dirige la revista Okónkolo que premia a los artistas y músicos salseros nacionales.
Lima Gris, entrevistó a Roger Honores para conocer más detalles sobre su primera entrega, además de hechos relacionados con los personajes que relata.
¿Fue una tarea en solitario la que realizó para escribir “Mis Relatos en la Historia del Callao” o requirió del apoyo de algún historiador?
Se puede decir que fue de ambas formas. Sí bien es cierto lo escribí en solitario, pues el libro trata de relatos sobre el Callao; recibí el apoyo moral de amigos escritores quienes me animaron a publicarlo y así pude romper el tabú que tenemos los escritores noveles. El libro contiene mis primeros artículos sobre el Puerto, apoyados por ensayos periodísticos de mi colección de revistas sobre la Provincia Constitucional. Creo que todos debemos dejar un mensaje en este Bicentenario a las nuevas generaciones.
En su primer libro, recoge datos inéditos sobre la Isla del Frontón. ¿Cree que es importante dar a conocer lo que allí ocurría y cuál fue el tipo de vida que llevaron los presos en ese penal?
Me parece importante conocer todos los aspectos que han sucedido en el Callao. El tema del Frontón siempre fue tabú para escritores e historiadores del primer puerto. El artículo que puse en mi libro es un reportaje de la Revista «El Callao» de los años 60’s, casi inédito. La historia tiene que ser contada como fue, sin maquillaje. Yo no necesito limpiar la cara de mi puerto y mi deseo es contar la verdad de un chalaco que ama su mar y a su puerto.
En la presentación del libro, hizo hincapié de que se estaba perdiendo la identidad en el Callao, esa maravillosa identidad de la que hicieron gala los chalacos. ¿Cuál sería la manera de reactivarla para que no desaparezca con la llamada globalización?
Hay una frase que suena a cliché: «Nadie ama lo que no conoce». Creo que desde hace más de 20 años las autoridades chalacas han trabajado muy mal el tema de la difusión de la cultura del Callao. El no dar cabida a los intelectuales nacidos en esta tierra ha creado un abismo entre los jóvenes estudiantes y ellos. Parece que existe una política en la cual la Identidad Regional ha quedado reducida a la mínima expresión. Sin embargo, existen escritores chalacos que pese a ser ignorados, alcanzaron reconocimiento fuera de las fronteras regionales y con gran éxito. Durante décadas, intelectuales, historiadores, profesores chalacos vienen pidiendo un curso de Identidad Regional, pero las autoridades de paso que siempre están al mando en esta direcciones u oficinas no hacen caso a este requerimiento.
Hay expresiones como la música tropical dentro de la cual se encuentra la salsa, que se han incorporado con tanto éxito que forman parte del acervo local.¿ Podríamos decir que existe ya una salsa con nombre chalaco? A ella se refiere cuando nos habla de la música del primer puerto?
El Callao es un pueblo cosmopolita y siendo el Primer Puerto del Perú, recibió diversos géneros musicales como el Bel canto, los Tangos, el Bolero, Guaracha, Cumbia, Mambo, Rock que se hicieron populares pero ninguno caló tanto como la Salsa. Para mí, fue un amor al primer sonido, de ahí que el Callao respire salsa, sin embargo hay quienes lo niegan como sucede con algunos intelectuales y gerentes de cultura . Su desconocimiento se debe a que no tienen calle, no conocen el barrio y usan una misma frase: «El Callao es más que Salsa», pero yo voy más allá y digo: «El Callao también es Salsa». Nuestro grito de guerra ¡chim pum Callao! Durante décadas acompañó conciertos de Salsa en el mundo entero. Es una frase que identifica no solo a los chalacos sino a los peruanos amantes de este género musical.
Recorriendo las páginas de “Mis Relatos…” nos topamos con personajes fuera de serie como los poetas Carlos Concha y Alfonso de Silva, este último además de poeta, fue músico y ambos fallecieron muy jóvenes. ¿No sería bueno dar a conocer sus creaciones y difundirlas en el Plan Lector de los colegios para que los conozcan las nuevas generaciones?
Claro que sí, existen intelectuales, poetas, escritores y compositores que están completamente olvidados en el Callao. No solo Concha Boy, puedo afirmar sin temor a equivocarme que el más grande poeta que ha tenido el Puerto se llama Juan Gómez Rojas y creo que es injusto que su obra no esté en los programas escolares. El poder contar la historia de Alfonso de Silva a los escolares sería un verdadero aporte a la educación chalaca. Pero no solamente se trata de personajes sino de situaciones, momentos, fechas importantes históricas que han sucedido en el Callao y que no se divulga en las aulas chalacas. La DREC debería poner manos en el asunto, de ellos depende.
En esta primera edición, nos ha mostrado una selecta selección de personajes y algunas narraciones de hechos históricos. ¿Cuál será la tónica de los próximos números? ¿Y por qué medios proyecta difundir su contenido?
En el segundo número me gustaría recorrer el Callao pero con la mirada que tuve de niño, como la vi en ese entonces. Me encantaría también hablar de artistas no tan ligados a la música. Contar por ejemplo, sobre la importancia del callao en la historia del Perú, de las gestas sociales que nacieron en el primer puerto antes que en Lima como la consecución de las 8 horas. Pienso editar este libro de manera física, pero proyecto hacerlo también de forma digital para que los chalacos de cualquier parte del mundo puedan descargarlo y tenerlo.