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Habemus Papam desde Chulucanas, Piura, Perú
Lee la columna de Edwin A. Vegas Gallo
Por Edwin A. Vegas Gallo
El hoy Papa de la Iglesia Católica, León XIV, forjó su vocación social cristiana, como misionero, entre 1985 a 1986, en la entonces Prelatura de Chulucanas, Piura, Perú; con su mentor agustiniano Juan MC Nabb, siendo su canciller de la entonces creada Catedral de Chulucanas, con área pastoral en las provincias andinas de Ayabaca, Huancabamba y Morropón.
Con apenas 30 años, en estas tierras andinas piuranas, con mucha escasez de economía, fraguó su carácter y personalidad.
Escasez, por cierto, resultado de la mala ejecución de la reforma agraria y de la economía hiperinflacionaria del primer gobierno del extinto García.
Es en ese lustro, que el futuro León XIV, conviviendo con la desigualdad social, la pobreza, pero con mucha esperanza y alegría con el tondero y cumananas de Chulucanas, los “bocadillos” de Ayabaca, con la fiesta del Santo Patrón de Ayabaca, que se acercó a la Rerum renovarum (1891, época de la revolución industrial), del papa León XIII, de quién ha tomado su nombre.
En mi época de estudiante de secundaria (1967), estudiamos la Rerum renovarum, que significa “cosas nuevas”, o “de los cambios políticos”. Es una carta abierta dirigida “a los obispos y catedráticos universitarios, para acercar la iglesia a la ciencia, abordando la dimensión social, especialmente las condiciones de los trabajadores con derecho al trabajo y al salario justo, pero reafirma está encíclica papal, su apoyo al derecho de la propiedad privada.
Un acápite no menos importante, de Robert Prevost Martínez, nombre secular del ya LEÓN XIV, es su grado obtenido en Ciencias Matemáticas y que ha desempeñado docencia en las ciencias exactas, amén de crear el centro de formación de Chulucanas.
Incluso con el Papa Francisco, comentando su Laudato si y como buen científico, hizo una crítica al hiper consumismo y al rol de los ultrarricos en el cambio climático, sin tomar en cuenta los límites de los recursos naturales.
Es de esperarse que este Papa, con actividad pastoral en Piura, Trujillo y el Callao, que se ha alimentado material y espiritual de las iglesias andinas piuranas, se construya un Perú, más unido con amor, esperanza, democracia y el mejor homenaje que se le puede hacer a LEÓN XIV, es que los políticos se dejen de politiquería absurda y barata y se acerquen más a la social democracia, con cambios políticos serios, para evitar la tragedia del bien común de esta generación y de las futuras.