‘Gringasho’ el niño malo de la prensa

‘Gringacho’ el niño malo de la prensa

Escribe Diego Alonso García

El ministro Wilfredo Pedraza salió a decir que solo era cuestión de tiempo era la captura de los jóvenes que escaparon de “Maranguita”, la prensa en general pone un peculiar interés en el joven sicario trujillano A.P.G. (17 años) más conocido como “Gringasho”.

Pero lo que no se dan cuenta es la creación del nuevo “Canebo” (Juan Aguilar Chacón), estos delincuentes juveniles que en el mundo del hampa son más conocidos como chistosos, mata por gusto, es gente que una vez que se encuentran en el interior de un establecimiento penitenciario hasta un “estafeta” los tiene como “rufos”.

Los medios los hacen de temer, convirtiéndolos en antihéroes, sacando a relucir cada una de sus “hazañas”, generando un psicosocial en la población, pero dentro de los penales nadie los respeta, ni los violadores les tienen miedo adentro.

Pero como ellos mismos se comienzan a creer la “fama” que les han hecho los medios de comunicación, creen que son de temer, cuando no llegan a valer ni cinco “piedras”, temibles “bandidos” que no asustan a nadie de no ser por un arma que llevan en la mano.

Pero la prensa y el estado se olvida del verdadero problema, el cual es un control efectivo de las armas, el tráfico ilícito de armar (TIA), no existe una adecuada política sobre ese punto, y es el que debemos de exigir a las autoridades.

No debemos de exigir penas más severas, lo que debemos exigir es una política en el ministerio del interior la cual luche verdaderamente contra el tráfico de armas, en el mercado negro se puede conseguir armamento desde $ 100 (cien dólares americanos) hasta armamento de guerra por miles de dólares.

Se conoce donde es que se trafica con armas, se sabe cómo es que menores llegan a conseguirlas, pero a las autoridades parece no importarles ese punto, y prefieren crear “temibles delincuentes” para capturarlos y recapturarlos y de esa forma hacer pensar a la población que se cuenta con una “aparente seguridad”.

Mientras no pongamos un fin al tráfico de armas y se siga permitiendo que menores consigan armamento a diestra y siniestra, seguirán creándose estos personajillos como el “Negro Canebo” y “Gringasho”.