Gobierno Morado blinda a ministro del Interior José Elice

“Pero estoy listo para dejarlo (el cargo) si es necesario, o para que el Congreso, si así lo decide, me interpele. (…) Acá en el Perú suele suceder que quienes ocupan este cargo se aferran a él. Ese no va a ser mi caso”, aseguró Elice.

Aquellas frases mencionadas por el ministro del Interior, obedecen a los lamentables sucesos de las tres personas que fallecieron en las protestas de la zona conocida como Palmeras de Chao, en Virú, en el norte del país y a las 43 personas que terminaron heridas, según el informe de la Gerencia Regional de Salud de la región. Entre los muertos se identificó a un menor de edad de nombre Reynaldo Reyes.

Ante ello, el gobierno Morado al parecer viene jugando al gran bonetón, porque luego de los lamentables hechos acontecidos, el propio ministro del Interior se hizo responsable del mal manejo de aquel conflicto social y aseguró que por mandato constitucional le correspondía asumir la responsabilidad política y que estaba dispuesto a responder a cualquier interpelación.

No obstante, en política se sabe que generalmente el presidente le ordena a su ministro a renunciar, cuando éste no da para más; sin embargo, en el caso de Elice, como para satisfacer a los titulares de la prensa, él dijo que pone su cargo a disposición; pero, el presidente Sagasti, no le ha pedido que renuncie.

Eso significa, que esas declaraciones fueron para los reflectores, pues, digamos, que la única manera para que José Elice demuestre su decencia, es renunciando irrevocablemente a su cargo de ministro del Interior, eso sin perjuicio de que el jefe de Estado se lo pida; sobre todo, cuando asegura textualmente que él no se aferra al cargo. Pero ya estamos acostumbrados al doble rasero de los morados. Es decir, el ministro dice que es responsable político de las muertes en el norte, pero contrariamente a lo que viene proclamando, él notoriamente sí se está aferrando al cargo.

Posteriormente, dos congresistas que son el emblema de la Bancada Morada en el Congreso, inmediatamente, a través de sus redes sociales salieron a exigir explicaciones al ministro del Interior José Elice.  El primero, Daniel Olivares pidió respuestas urgentes al ministro por las muertes y la presencia de la premier Bermúdez en la zona para continuar con el dialogo y concluyó: “No podemos permitir una muerte más”.

Por su parte, el congresista Alberto de Belaúnde hizo lo mismo, y en su cuenta de Twitter escribió: “Una democracia no puede tolerar muertes en protestas sociales. Necesitamos respuestas y reformas integrales urgentes. Estoy solicitando que la Comisión de Justicia y Derechos Humanos cite a una sesión extraordinaria con el ministro del Interior”.

Recordemos que estos dos congresistas en el mes de noviembre hicieron una campaña mediática de desapariciones forzadas que nunca existieron y de manera iracunda exigieron la inmediata renuncia del entonces jefe de Estado, Manuel Merino, debido a las muertes de los jóvenes Bryan Pintado, e Inti Sotelo en la marcha desarrollada en el centro de Lima.

No obstante, en el actual contexto de nuevas muertes durante el gobierno de Francisco Sagasti, el Partido Morado ha ejercido un mutis permanente; lo cual representa una explicita incoherencia en su discurso político. Entre tanto, Olivares y de Belaúnde, han sabido mantenerse silentes y han caído en esa impúdica doble moral de denunciar al presidente rival, pero no así, al presidente de la “casa”.

Asimismo, la presidenta del Consejo de Ministros, Violeta Bermúdez, ha sido enfática, y ha ratificado su confianza al ministro José Elice añadiendo que a pesar de las muertes de las tres personas en las protestas en Virú, tampoco está evaluando la separación de éste en el portafolio del Interior, porque dijo que el uso de armas no autorizadas que se utilizaron en las protestas del norte, no fue una decisión del Poder Ejecutivo, ni una medida ordenada por el ministro y más bien, resaltó la labor de Elice y lamentó que los cambios que intenta realizar en la cartera, no se podrán cumplir porque su gobierno es de corto periodo.

Es más, la Premier Violeta Bermúdez, solo lanza loas a su ministro del Interior y asevera: “Desde el momento que ha asumido el cargo lo ha hecho con gran responsabilidad y con gran sentido de querer impulsar cambios sustantivos, que, lamentablemente, durante un periodo como es el gobierno de transición, no vamos a poder realizar. Lo que sí se hará es formar una ruta para producir estos cambios”.

“Mal haríamos ahora, en un contexto de crisis, en pensar en continuar dejando a nuestras instituciones sin un liderazgo como el de una persona profesional, democrática y comprometida con los valores democráticos como es el señor José Elice”, puntualizó Bermúdez.

Finalmente, es lamentable ver cómo el gobierno de Francisco Sagasti le vende a la opinión publica una “liebre” que no es otra cosa que un “gato”. Porque, desde que asumió la encargatura presidencial salió con el discurso de que respetaba la institucionalidad de las organizaciones del Estado, y lo primero que hizo fue romper la institucionalidad de una institución tradicional, como la Policía Nacional del Perú, desde el momento que enviaron al retiro ilegalmente, a 18 Generales, sopretexto de luchar contra la corrupción, a pesar que, de los 18 altos oficiales defenestrados, solo 5 están investigados por presunta corrupción.  

Luego, los Morados se proclamaron como los primeros defensores de los derechos humanos; sin embargo, en su actual gobierno se acaba de violar derechos humanos, por los recientes fallecidos en el norte, pero ahí sí se mantienen correctos y nada agitadores.

Y en el colmo de la poca vergüenza, el ministro del Interior anuncia a todos los medios que es responsable político de las muertes, pero no renuncia. Así las cosas, los dos congresistas antes mencionados del Partido Morado, como para fungir de consecuentes, lanzaron en sus redes sociales esos mensajes políticamente correctos que piden “respuestas urgentes al ministro Elice”.

No cabe duda, que eso premeditadamente lo han calculado para que el resto de opositores bajen sus decibeles contra ellos y para confundir a la opinión pública y hacerla saber, que ellos sí son responsables en asumir sus errores, cuando los cometen; sin embargo, aún no tienen la decencia, ni la coherencia de tomar las medidas correctivas para asumirlos. Eso, sumado, a un mudo Julio Guzmán que ahora sí nos hace ver que no tiene vela en este entierro de los conflictos sociales agrarios.

Así las cosas, tanto, Francisco Sagasti, como la Premier Violeta Bermúdez, están blindando de forma indecente a su ficha del equipo morado, como siempre fue, desde su paso como candidato al Congreso con el número 9… al oprobioso de José Elice.