Ya durante el gobierno del ex presidente Alejandro Toledo se intentó el repliegue de las Fuerzas Armadas (FF.AA.) en la zona del Valle Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), pero solamente originó que los remanentes del grupo terrorista Sendero Luminoso se reorganicen en su ilícita ocupación, la cual es el tráfico ilícito de drogas.
Ahora, durante el Gobierno del presidente Pedro Castillo, a través del ministro de Defensa, José Gavidia, lo que se plantea es que esa zona altamente conflictiva deje de encontrarse en situación de emergencia antes del 2026, año en que culmina en teoría el mandato de Castillo; pretendiéndose que las 40 bases contrasubversivas que se encuentran allí se transformen en 40 centros de producción y desarrollo, pese a que aún la zona no ha sido liberada de los narcoterroristas.
El gobierno quiere construir vías de comunicación como carreteras, puentes y un aeropuerto en Pichari. Sin embargo, las FF.AA. siguen combatiendo en un lugar en que el 23 de mayo de 2021 fueron asesinadas 16 personas, entre ellas cuatro menores de edad, en horas de la noche en San Miguel de Ene, una zona muy compleja y dominada en parte, por el narcoterrorismo.
Por su parte, la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) quiere que se ejecute la figura de la “autoerradicación” de cultivos ilegales. Cabe recordar que en el ideario de Perú Libre, elaborado por el secretario general del partido oficialista, Vladimir Cerrón, se planteó la expulsión de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo (Usaid), que trabaja en coordinación con las bases militares en la zona.
En el Vraem, donde el 90% de la hoja de coca va al narcotráfico, hay 46 bases contrasubversivas y otras cinco que hacen un control fluvial. De acuerdo a información difundida por el diario Perú21, el ministro Gavidia había ejercido presión para que los altos mandos militares acaten sus órdenes, pero ninguno ha dado el visto bueno.
Aunque algunas bases militares no han tenido los resultados que se esperaban, estas siempre sirven para disuadir de los narcoterroristas de la zona. “Sin la presencia de esos ‘hitos de seguridad’, ellos avanzarán y recuperarán la zona perdida”, dijo una persona que decidió resguardar su nombre.
Ex ministro del Interior Rubén Várgas no apoya propuesta del Gobierno
A su vez, el ex ministro del Interior durante el gobierno de Francisco Sagasti, Rubén Vargas, sostuvo que por ahora las bases no pueden convertirse en bases de desarrollo porque se deben trabajar con las autoridades locales y los gobiernos regionales, algo que no incumbe a la cartera de Defensa.
“El ministerio debe concentrarse en que los ríos no sigan siendo impunemente ruta del narcotráfico”, manifestó.
El Mindef, aseguró Vargas, tiene que estar más pendiente de otros problemas como, “evitar que sigan violando impunemente nuestro espacio aéreo las narcoavionetas bolivianas”.
“Yo le diría al ministro: encárguese de los temas de seguridad del Vraem y no se involucre en un tema como es el desarrollo porque es absurdo (…) eso es pura demagogia”, mencionó.
