Suena la trompeta en medio de un desfile tragicómico del Gobierno de Dina Boluarte. Sus ministros y la propia mandataria se disparan a los pies con declaraciones y actuaciones aberrantes, síntoma que el Gobierno de Boluarte ya caducó. Su canto del “Don Gato Ron Ron” es también la continuación de una larga película de investigaciones por presunta corrupción en el Gobierno. Hace algunos años el ex presidente Alan García llamó “ratas completas” a los involucrados en el caso Petroaudios. Pero con el tiempo hasta lo gatos se volvieron ratas.
Esta extraña transformación sucedió en nuestro país, el gato se volvió rata, y se olvidó que su naturaleza es ser un depredador en potencia, y que su deber es cazar para cuidar su territorio. De la misma forma, el Congreso de la República se olvidó que debe ejercer un control político. Es decir, fiscalizar al Ejecutivo con la finalidad de cuidarnos de los roedores. Tal vez el canto de Dina, sea también un mensaje para que los gatos sigan comportándose como ratas. “Estaba el señor Don Gato Ron Ron / Sentado en su tejado Ron Ron / Pasó la señora Ron Ron / El gato de puro susto cayó”.
Pero en medio de un Gobierno que se asfixia con ministros que se caen, las ratas y ratones siguen haciendo fiesta. Además, a este circo político se suma el ministro del Interior Juan José Santiváñez, que ahora aparece diciendo que el audio donde se escucharía su voz intentando buscar silenciar al periodista Marco Sifuentes, ya no sería realizado por la Inteligencia Artificial, sino, dejó entrever que esto pudo ser una imitación del humorista Carlos Álvarez.
Ante las declaraciones del ministro, el reconocido cómico respondió fuerte y claro: “Que el ministro Santiváñez se rectifique, y que no tome mi nombre y mi trabajo en lo que podría ser un acto criminal”.
Desde que llegó al Gobierno, Santiváñez solo se ha dedicado a atacar a sus detractores, dejando de lado la terrible inseguridad ciudadana y la ola criminal que avanza día a día a pasos agigantados. Mientras los gatos no hagan su trabajo seguiremos llenos de ratas.
Octubre se acerca y en el mes morado todo puede suceder. Nicanor y el «enano» saben que sus días están contados, y como dijo Oswaldo Reynoso “En octubre no hay milagros”.
(Columna publicada en Diario UNO)
