La farándula y la política son una mala combinación. Esta vez “La señito” y la “Urraca”, otrora rivales televisivos, se unen por una causa en común: votar por la democracia y “se ponen la camiseta” por Keiko Fujimori.
Este martes, la conductora de televisión Gisela Valcárcel se sumó a la campaña de la candidata de Fuerza Popular. La presentadora anunció su incorporación en el encuentro de “Mujeres Líderes” que la postulante de Fuerza Popular tuvo con sus simpatizantes en la Iglesia del León de Juda, en Carabayllo.
En un breve discurso, Valcárcel explicó que entre las razones para hacer público su apoyo es que ha “vivido los ochentas” y sabe lo que es “hacer cola”. Destacó, asimismo, la “fortaleza” de Fujimori Higuchi y dijo esperar que la ciudadanía tenga “sabiduría y entendimiento” al momento de votar en la segunda vuelta electoral de las elecciones presidenciales.
“[Las mujeres] somos fuertes. Como esa mujer fuerte que atrapa a sus hijos, a sus nietos, a sus hermanos, a su mamá, como esa he hablado los últimos 33 años de mi vida, y a esa mujer le digo gracias por permitirme estar aquí”, sostuvo la recordada “Reina del mediodía”.
Pero la cercanía de “La señito” con la cúpula fujimorista no es nueva. Ya en 1999 se le vería junto al siniestro Vladimiro Montesinos y José Francisco Crousillat (ambos cumpliendo condena) reunidos en la infame salita del SIN conversando para el retiro del libro de ella de los kioskos o cualquier otro medio de difusión.
En tanto, en su programa nocturno de ATV, la “Urraca” se puso la camiseta de la selección peruana de futbol, la misma que durante años ha criticado a algunos jugadores de la selección incaica, indicando que lo hacía por la “democracia”.
“Creo que tenemos que ponernos todos la camiseta del Perú, y esta vez lo hago… Todos sabemos que el futbol y yo no nos llevamos muy bien que digamos, pero sin embargo se trata de dejar los rencores de lado y decirle sí a la democracia”, manifestó Medina mientras se colocaba la camiseta de todos.
En un programa que más parecía un publirreportaje, la conductora y la entrevistada, quien fue acompañada de su esposo Mark Vito, compartían sonrisas cómplices y adulaciones mutuas. Referirnos estrictamente de la conversación resultaría inútil pues se trató de un “té de tías” pero en horario estelar.
