En una reciente columna de opinión publicada el 14 de julio en el diario norteamericano The Washington Post, el periodista Diego Salazar reveló los entretelones de lo que fue una de las entrevistas más bochornosas y escandalosas de los últimos tiempos protagonizada por el criptoanalista Arturo Arriarán y los periodistas Mávila Huertas y Mario Ghibellini.
Aquella noche del domingo 20 de junio, en el set de Cuarto Poder, el público peruano presenció uno de los hechos más inverosímiles en señal abierta. Un ex oficial de la Marina peruana estaba sentado en el set, tratando de explicar con fórmulas matemáticas y cuadros estadísticos que efectivamente se había perpetrado un fraude durante las elecciones presidenciales del 6 de junio.
Días después, el propio ex marino y criptoanalista solamente atinó a disculparse, ya que diversos especialistas habían demostrado que se trataba de un absurdo, pues suponía predecir un número de votos para uno u otro candidato en base a la votación de primera vuelta; esto sumado a que la fórmula empleada contenía cientos de errores operativos.
Pero yendo un poco más atrás, la entrevista, según el periodista Diego Salazar, se concertó gracias al publicista y ex congresista fujimorista Carlos Raffo, uno de los asesores ocultos de Keiko Fujimori, quien hasta el hartazgo trataba de negarlo.
“Dado que Arriarán no fue presentado ante la audiencia como un técnico cercano al equipo de Fujimori, la supuesta intervención de Raffo me resultó llamativa. Así que quise verificarla con una fuente de primera mano. Para ello, hablé con Gilberto Hume, director periodístico de América Noticias y Canal N.”, escribe el columnista.
Es así como el periodista logra conversar con el actual director periodístico de uno de los canales, sino el más importante, de mayor sintonía de señal abierta. En esa conversación, Salazar le interroga sobre la entrevista del domingo 20 y la poca respuesta de los periodistas frente al entrevistado.
“Cuando insistí y le señalé que había sentado en el set a una persona que planteó una conspiración obra de “una organización de alto nivel” sin que sus periodistas tuvieran elementos para rebatirlo, Hume respondió: “¿Cuál es el problema que yo presenté a un loco que habla locuras? Es divertido ¿Cuál es el problema? Simplemente lo que le molesta a las redes y a mucha gente es que el tipo estaba a favor de Keiko Fujimori”. Respondió el veterano periodista, fundador de Willax Tv.
Y prosigue Hume en sus elucubraciones.
“En otro momento de nuestra conversación, para justificar el haber brindado un altavoz a la conspiración de Arriarán, Gilberto Hume, emulando a la jefa de programación de Network de quien les hablaba al inicio, insistió: “Yo no veo, realmente, ningún error en invitar a una persona que de repente resulta un loco. Porque la televisión también es un show (…) La televisión aparte de lo periodístico también tiene parte de show”.”
Estos hechos lastimosamente no pueden pasar por anecdóticos ni pintorescos pues el daño realizado en estas últimas semanas consistía en sembrar una idea errónea a millones de ciudadanos, haciéndoles pensar que existe un fraude. Esto en señal abierta y en horario estelar.
