Giancarlo León Waller inauguró «Placas»

Una nueva individual del artista Giancarlo León Waller

Escribe Luis Moreno Córdova

El artista Giancarlo León Waller inauguró su exposición “PLACAS”, una experiencia reflexiva sobre la transformación de la materia, en el que el fuego obra como una dualidad destructora y creadora, una fugaz luminosidad que deja huellas permanentes tras su paso y nos sumerge en un paraíso abstracto que nos revela formas sorprendentes.

La exposición se lleva a cabo en el centro Colich de Barranco, y puede ser visitada de lunes a sábado de 10 a.m. a 8 p.m. hasta el 04 de Diciembre. El ingreso es libre.

“Mi camino ha tomado un rumbo relacionado a la contemplación, con cierta profundidad que aspira a lo trascendental”, nos dice Giancarlo León Waller, y sus palabras involucran el nuevo rumbo que ha tomado su obra, donde la ebullición cromática, el pincel y el caballete han sido dejados de lado para volcarse en un proceso de constante experimentación que utiliza el paso voraz del fuego como una caprichosa divinidad cuyo resultado revela imágenes que nos conectan a un mundo primigenio y substancial. “Placas” se convierte entonces, en un espacio donde la abrasión da paso a un caprichoso fundido en negro, un claroscuro metalizado de formas que le rinden tributo al carácter místico del fuego.

“En definitiva el juego físico y químico sustituye a las mezclas de colores con pincel”, manifiesta Giancarlo en un extracto de su conversación con David Flores-Hora, curador de la muestra. Compara, además, la manipulación de los pigmentos, los solventes y el lijado con la mezcla de colores en una paleta; el formón se convierte en un rígido pincel que contribuye al revelado final de la obra.

El proceso, resultado de un año de experimentaciones, muestra formas tan variadas y conexas a la vez. La obra “El origen del mundo” revela en su forma una clara alusión al trabajo homónimo de Gustave Courbet; en tanto que otras obras como “Monolito” o “Proyección”, resultan piezas vinculantes a los orígenes de la manifestación artística en el ser humano. “La Cometa de Ícaro”, pieza central en la sala, es el broche magistral y, como el mismo fuego con el que fue creada, se muestra como punto final de la exposición e inicio de la siguiente etapa en el trabajo de Giancarlo.

“En la vida uno termina usando todo lo aprendido, quizás sin orden y control aparente”, manifiesta el artista, aludiendo a los años que pasó estudiando ingeniería, carrera que le sirvió para aprender a manipular la materia y que lo dotó de una visión científica del mundo. “He querido echar mano de todo lo aprendido para encontrar mi técnica. Ahora soy un incendiario”, dice Giancarlo. Su excelente obra, sin duda, le hace justicia a sus palabras.

Giancarlo León Waller (Lima, 1979), estudió 4 años de Ingeniería para luego ingresar a la Facultad de Arte de la PUCP de donde egresó el 2007 con las mejores calificaciones de su promoción. Esta es su cuarta exposición individual y tiene alrededor de 30 exposiciones colectivas. Ha expuesto colectivamente en USA, España, Alemania y Reino Unido. Actualmente se dedica a la docencia universitaria, dirige un taller de arte para jóvenes con Síndrome de Asperger y su trabajo personal está enfocado a la investigación de nuevos soportes para la pintura.