Opinión

Gerardo Castillo: El antropólogo colosal de Iquitos

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Por Jorge Linares

Era una noche fría de noviembre en las calles de Lima y dos amigos iban conversando  sobre los eventos culturales que se acercaban en  Iquitos y es ahí donde uno de ellos  menciona el proyecto de Gerardo Castillo  que desea montar una exposición del trabajo fotográfico de Augusto Falconí y del artístico de Christian Bendayán en Iquitos. Sin lugar a duda, llama la atención que un antropólogo y catedrático universitario de Lima tenga ahínco y preocupación   por la trayectoria de dos artistas iquiteños. Pero, esta incertidumbre se va disipando  cuando exploras los  trabajos de investigación que él lideró, como son el “Alcohol en el Sur Andino”, “¿Una oportunidad perdida?”, “Experiencias mineras locales en el Perú”,  “La ciudad desde la Antropología” y, por supuesto, “La ciudad y el río”.

Castillo al mostrar una inquietud y admiración por una ciudad distante a su natal Lima y a las personas que la habitan, no hace más que reafirmar su sentido perspicaz y genialidad para entender la cultura amazónica variopinta y para ello se ve en la necesidad de presentar en diferentes escenarios su brillante obra “La ciudad y el río” que se pasea desde una barriada de Belén hasta  un salón de conferencias en un hotel lujoso de Iquitos. Él antropólogo se confunde entre la gente, vive y goza al mostrar a cada personaje o momento, pincelado por Bendayán o captado por el lente de Falconí, saca del anonimato al chauchero, al canillita, hasta nos refresca la memoria el recordado colectivo  tragado por una calle frente a la Plaza 28 de julio.  Gracias a esa agudeza que fluye en él, transforma lo simple o sencillo en maravilloso o fastuoso y lo cotidiano en extraordinario; sencillamente, su mirada va más allá de lo común.  

El antropólogo reconoce que de manera tardía conoció la selva peruana, pero eso no fue un impedimento para tener más de cinco presentaciones de su muestra y quizá lleva la delantera a muchos que viven en la ciudad.  “Mi primer contacto con la Amazonía es por una investigación de la catedrática y antropóloga de la PUCP Norma Fuller sobre un trabajo de investigación de masculinidades en tres ciudades: Cusco, Lima e Iquitos, creó que ahí empezó todo mi interés inicial por la Amazonía y fue más académico; cuando yo ingresé a la universidad mi conocimiento del Perú era Lima y la costa norte, la zona rural era desconocida por mi persona, empiezo a tener mi primera experiencia con comunidades campesinas del Cusco. Y, realmente para mí la antropología andina fue un descubrimiento personal que despertó mi atracción, trabajé ahí durante cinco años aproximadamente. Me sedujo la migración rural – urbana, haciendo que viaje a estudiar una maestría en Inglaterra y luego un doctorado en geografía en Australia, ambos estudios fortalecieron mis conocimientos académicos, tuve una mejor visión del paisaje bajo conceptos sociales y del imaginario del mismo. Fui invitado a ser profesor en la Escuela de Antropología de la PUCP y junto a mi esposa Laura teníamos que optar en qué ciudad íbamos a desarrollar la investigación ¿Cómo son representados los paisajes culturales?, inicialmente pensé entre las ciudades de Piura e Iquitos, bajo la conceptualización del río. Abordar esa relación en términos laborales, sociales, artísticos, culturales y literarios era fascinante; al bajar del avión me quedé absolutamente maravillado de Iquitos y decidí que acá empezamos este gran proyecto, el río es intrínseco en la vida del amazónico, el río es comunicación, el río es vida; es decir, el río siempre fue y será una fuente de inspiración, suficiente razón para estar nosotros en esta bella ciudad”.

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