Asumiendo un lugar en la geografía urbana y en el imaginario nacional como el emplazamiento irredimible de la migración del campo a la ciudad, la periferia es auscultada y confrontada aquí a partir de una propuesta particular, que une el dibujo/collage intimista y reflexivo acerca de los recorridos migratorios; el testimonio de vida desde la producción de una panadería familar, sus trabajadores y sus insumos; el recorrido performático de una vivienda de esteras por la ciudad; y la curiosa mirada acerca de las actividades cotidianas en ese entorno en el cual las fronteras de la ciudad se van confundiendo con las de un territorio disgregado, el mismo que Gabriela Flores, escultora de formación y ex residente de Escuelab entre otras experiencias, busca observar y definir junto a nosotros.