¿UN FUJIMORISTA EN LA JEFATURA DE LA SUNAT?

Víctor Shiguiyama.

Esta semana se comienza a ver en el Congreso de la República la elección del  nuevo jefe supremo de la SUNAT (ese ente que nos cuelga del cuello si no hemos declarado cada sol). Entre los voceados están María Julia Sáenz abogada tributarista (que entre otros cargos habidos en su currículo tiene el haber sido gerente de la auditora Arthur Andersen & Co. (1994-2002) la misma oficina que cerró por su escándalo internacional de fraude contable). Sáenz es amiga del actual premier Fernando Zavala, pues fue ella directora desde el 2012 del Planeamiento Tributario en la Cervecera Backus  & Johnston, donde Zavalita fue gerente general (todo queda entre amigos).

Otro voceado y seguramente el más polémico que pudiera ocurrírsele a la gente de PPK, es el fujimorista  Víctor Shiguiyama, quien entre otras cosas fue regidor de Lima por Cambio 90 Nueva Mayoría, Jefe nominal del programa de Modernización del Estado (PMDE) durante el fujimorismo, y fue el que elaboró el Plan de Gobierno de la campaña de Keiko Fujimori en el 2011.

EL NEXO YOSHIYAMA

Como muchos de la colonia japonesa en los noventas Víctor Shiguiyama, vio dramáticamente impulsada su carrera profesional con el ascenso de Fujimori en 1990. Especial relieve tuvo su relación con Jaime Yoshiyama, quien desempeñó el cargo de Presidente del Directorio de Electrolima, luego  Presidente de la Comisión de Privatización de  las empresas Publicas (COPRI), donde se subvaluaron 258 empresas estatales, y de la que se estima el fondo recaudado  perdió unos 3 mil millones de dólares. Yoshiyama también fue  presidente del Congreso Constituyente Democrático, y candidato a la alcaldía de Lima en 1996. Fue durante esa candidatura electoral en que se estrecharon más los vasos vinculantes entre Víctor y Yoshiyama.  Víctor postuló como regidor y ganó una plaza en el concejo municipal de Lima en el periodo de 1996 a 1998.

Parece ser que a raíz de esa experiencia, Víctor  ingresó  a formar parte del círculo más íntimo del régimen, desempeñando cargos como Secretario General del Ministerio de Educación. A la caída del régimen Víctor supo reinventarse, volviendo a la palestra en la campaña de Keiko en el 2011. Algunos suponen que de la mano de su amigo Yoshiyama. En el 2011  Víctor Shiguiyama fue el encargado de preparar a Keiko para los debates. Era su asesor personal. Por esa época Jaime Yoshiyama era el jefe del Comando de Campaña de F-2011.

¿ALIANZA PPK- FUJIMORI?

PPK lo sabe, tiene un Congreso adverso y su misma bancada se desvanece, el Frente Amplio es minúsculo y se fracciona a cada sesión. En este contexto a PPK solo le queda negociar. Necesita urgentemente el apoyo de la bancada fujimorista para tener atribuciones legales con que poder implementar y concretar su plan de gobierno que todavía no sale del papel, para eso necesita congraciarse con el Fujimorismo, primero fue la Defensoría del Pueblo (en manos de Walter Gutiérrez, un hombre nada próximo a los temas de DD.HH.) y ahora pretende ofrecer la SUNAT a la bancada fujimorista, ese mismo fujimorismo cavernario responsable del mayor desfalco del tesoro público, de la mayor corrupción y evasión fiscal. No olvidemos la casa gigantesca de Nelida Colán, jefa del Ministerio Público en los noventas, responsable de meter en cana o cuando menos en interminables juicios a todo opositor al régimen, o la casa de la playa de Arica de Montesinos, entre otras perlas que evadían impuestos y que eran frutos venenosos de la corrupción de la función pública.

El señor Víctor Shiguiyama puede tener las credenciales tecnocráticas para desempeñar altos cargos, pero alguien que estuvo involucrado con el gobierno más corrupto de nuestra historia, que solo pretenda  ser un funcionario de la SUNAT, es de por si una guasa grosera. Estando en ese cargo ¿alguien cree sinceramente que hará el debido seguimiento a los ingresos de Keiko Fujimori? ¿Quién puede dudar que Shiguiyama cierre los ojos ante los ingresos y posibles evasiones de quienes contribuyeron en el pasado y su presente a su ascenso profesional y técnico? ¿No convertirá la SUNAT como lo fue en tiempos de Fujimori en un instrumento de persecución de rivales políticos, en un medio de asfixiar a los que  pretendan defender nuestras libertades, sean políticos, periodistas o luchadores sociales? Darle al señor Víctor Shiguiyama la jefatura de la SUNAT es como si le hubieran dado  a Michael Jackson la dirección de un kindergarten. El solo  hecho de que este siendo voceado en palacio es indignante.

Hay dos nombres que se barajan en los pasillos de Palacio para la jefatura de la SUNAT, pero solo uno eriza los pelos de la piel. Con gente así en los puestos claves del poder la impunidad está segura, porque en Perú el crimen sí paga, y bien.

CUÁNTO LE DEBE EL FUJIMORATO AL PERÚ

Mientras PPK contribuye a hundir las instituciones a cambio de atribuciones legales para gobernar, recordemos cuanto fue lo que se llevó el régimen fujimorista, y que hasta ahora debe al Estado. Según Rocío Romero Benites, el casi total de la deuda acumulada de las reparaciones civiles por corrupción que van del 2000 al 2015, más del 99% corresponden a delitos de corrupción de funcionarios durante el gobierno de Fujimori. Alfonso Quiroz en su libro “Historia de la Corrupción” estima los costos de la corrupción de ese régimen  en una pérdida anual de US$2.038 millones por corrupción de funcionarios.  Ese 99% de deudas por reparación civil  a causa de la corrupción  corresponden a 200 funcionarios o terceros responsables del fujimorato. Por ejemplo Joy Way debe 11 millones al Estado y ya está fuera de prisión y sin haber pagado su deuda. ¿El señor Víctor Shiguiyama acaso es la persona idónea en quien cualquier peruano en su sentido común confiaría para cobrar ese monto? Darle la SUNAT  a Shiguiyama es como si le dieran a Bukowski  el cuidado de los alcohólicos en rehabilitación.

La Sunat  y todos merecemos algo mejor que una repartija tan cara para el Perú.