Francisco Sagasti se resiste a ser interrogado por caso Vacunagate
Lo que ha realizado el señor Sagasti no solo es una majadería de mal gusto, sino, un mal gesto político y una muestra clara de seguir esa “consigna” de alejarse de la transparencia que el pueblo peruano exige en estos momentos de turbulencia sanitaria, política y económica.
La Subcomisión de Acusaciones Constitucionales del Congreso de la República citó al mandatario Francisco Sagasti para que declare hoy lunes 22 ante una audiencia virtual, por la vacunación irregular contra el Covid-19 de dos de sus exministras y de otros altos funcionarios, por el caso ‘Vacunagate’.
El titular del grupo de trabajo, Carlos Pérez Ochoa (Acción Popular) la semana pasada envió una notificación al jefe de Estado transitorio; sin embargo, éste no asistió y envió una carta, a la subcomisión explicando todo lo que puede decir sobre ese asunto:
“Sobre si conocía de la vacunación de los tres exfuncionarios mencionados, reitero lo que públicamente he señalado: no tenía conocimiento de sus irregulares vacunaciones, ni de la existencia de las “vacunas candidatas” administradas fuera del ensayo clínico llevado a cabo por la Universidad Peruana Cayetano Heredia”.
“Reitero también que tomé conocimiento de la vacunación irregular de la señora Elizabeth Astete Rodríguez el 14 de febrero de 2021, cuando presentó su renuncia al cargo de Ministra de Relaciones Exteriores. Es absolutamente, falso que haya autorizado o dado mi consentimiento para la irregular vacunación de la exministra o de cualquier otra persona”.
Sagasti en su carta no solo da una respuesta escueta y cerrada. Él también se excusa y da por cerrada su participación en esta investigación:
“Me excuso de asistir a la sesión a la que se me cita en la medida que, a través de esta comunicación, estoy brindando la información solicitada. Las circunstancias en las que fui informado de la irregular vacunación de dichos exfuncionarios son de conocimiento público y no tengo información adicional que aportar a esta investigación”.
Francisco Sagasti, indebidamente se tomó la atribución de manejar la pesquisa congresal a su antojo, ante una prerrogativa que solo la tiene el Congreso, según el artículo 89º inciso d.2 del Reglamento del Congreso de la República. Y prácticamente zanjó su participación, porque señala que es todo cuánto puede informar y que no tiene información adicional que aportar a esta investigación.
Lo que ha realizado, el señor Sagasti, no solo es una majadería de mal gusto, sino, un mal gesto político y una muestra clara de seguir esa “consigna” de alejarse de la transparencia que el pueblo peruano exige en estos momentos de turbulencia sanitaria, política y económica.
El señor Sagasti, aduce que, con su misiva enviada al grupo de trabajo, responde todas las “interrogantes” de la investigación; sin embargo, él sabe perfectamente, que, si hubiera asistido a la audiencia virtual, quizás hubieran surgido más preguntas y repreguntas que se hubieran basado en sus respuestas repentinas… hasta llegar a una “presunta tesis”, y esa es la dinámica que obedece a este tipo de citaciones, que solo buscan llegar a la verdad. Sin embargo, el señor Sagasti insiste en tapar esa verdad… que tarde o temprano saldrá a la luz.