La Fiscalía Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios del Callao allanó el Hotel La Paz, el Centro de convenciones María Angola y otros cuatros inmuebles vinculados a la administración judicial de Jacqueline Beltrán y Néstor Aza, por la presunta comisión del delito contra la administración de justicia (peculado).
La medida fiscal comprendió también el allanamiento de las empresas Boomerang Bet SAC y Estroncio SAC, ubicadas en el distrito de Miraflores. Asimismo, los locales de R.R. Restaurant SAC, conocido como el restaurant Al Asador, situado en Miraflores y San Borja, respectivamente. Se hizo lo propio en la notaría José Alcides Urteaga Calderón, situada en Magdalena del Mar.
En el 2000, la Sala Superior Transitoria Especializada en Delitos de Tráfico de Drogas del Callao dispuso el embargo de las acciones y los bienes de Salvador José Ricci Cortez, accionista del hotel La Paz. En noviembre del 2002 se nombró como administradores a Jacqueline Beltrán Villar y Néstor Oswaldo Aza Zevallos.
De acuerdo con la información de la Fiscalía, fue clave la delación del colaborador del equipo especial Cuellos Blancos del Puerto en el marco de las investigaciones seguidas a César Hinostroza Pariachi, en que Salvador Ricci es imputado y por lo que se ha solicitado la extradición del ex juez supremo.
Según testimonios de los trabajadores del hotel, Salvador Ricci estuvo siempre al mando de la administración del negocio, por lo que todos los ingresos que se generaban en liquidación eran derivados a su persona por intermedio de las empresas creadas, como Boomerang Bet SAC y Estroncio SAC
Además, el empresario Salvador Ricci ha admitido la entrega de dádivas al ex vocal supremo César Hinostroza, involucrado en el caso de Los Cuellos Blancos del Puerto, a quien se le sigue un proceso de extradición en España. Esta información también coincide con el testimonio de un colaborador clave del referido caso.
“Con el señor (César) Hinostroza Pariachi conversé sobre mi problema judicial en el restaurante Al Asador. Tuvimos unas cuatro o cinco cenas donde nunca pagó sus consumos”, manifestó Ricci Cortez ante el fiscal supremo Jesús Fernández Alarcón.
Enseguida, añadió a su declaración: “En ese contexto, quiero agregar que le solicité si me podría ayudar con mi proceso judicial en la Corte Superior de Justicia del Callao, y él me respondió que iba a verlo. Quiero precisar que él en ningún momento se negó a ayudarme con este tema”.
Entre los documentos que se incautaron figuran libros contables, balances, contratos, registros de compras y ventas, facturas y planillas de trabajadores; así como equipos informáticos que serán revisados por peritos.