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FIP Primavera Poética: ¿Dónde quedó la poesía?

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1.

La Poesía es la ambición más grande que puede tener todo escritor, la más compleja y la más extrema, no importa si uno se dedica a la “poesía”, la narrativa, el ensayo o cualquier otra posibilidad que ofrezca la literatura.

Tan grande y compleja es la poesía que hasta la fecha nadie ha podido definirla con exactitud porque su naturaleza excede cualquier alcance del pensamiento y hasta los más grandes poetas solo han podido ofrecernos una aproximación a ella, nunca su posesión absoluta, nunca.

Tan grande, compleja y paradójica es la poesía que no pocos la identifican con la coincidentia oppositorum, con el supremo misterio, con la absoluta revelación, con el soplo divino, con la senda demoníaca, con la visión absoluta y con la transgresión de todas las formas que puede asumir el horizonte.

 

2.

El conocimiento de la poesía se presenta siempre, pese a sí mismo, bajo la forma rotunda y a veces sutil del misterio y el enigma, al igual que la quintaesencia de la sabiduría, el adentramiento en los abismos, el volar demasiado cerca del Sol y, excepcionalmente, hasta en la forma de un mero aggiornamento sonoro.

 

3.

Todo aquel que ha leído mucha poesía sabe que en el curso de varias páginas solo existen algunas líneas resplandecientes en las que ella radica y siendo que es tan difícil lograr que cada línea merezca ser calificada como Poesía sorprende que haya tantos escritores que se autodenominan poetas o a quienes los amigos titulan así porque sí, sin mayores miramientos estéticos y éticos. Este último detalle no es solo un despropósito, sino que es, además, una felonía, una mentira, una estafa, un atentado de lesa inhumanidad contra la belleza.

 

4.

Ha pasado una semana desde la clausura del Festival “Internacional” de Poesía Primavera Poética y hasta la fecha no se han expuesto críticas ni crónicas ni nada que sea distinto a fotos y gestos blandamente complacientes. Procuraremos reparar todas las omisiones y gestos señalados.

 

5.

En primer lugar, sorprende que un festival con tantos invitados y en tan buena locación como la Biblioteca Nacional del Perú no haya repercutido en la prensa en ningún sentido.

 

6.

Acaso el medio literario cultural limeño desprecia al organizador del evento; acaso el festival estuvo mal realizado y fue un bodrio y nadie quiere comprarse el pleito de criticarlo; acaso el festival fue tan mediocre que los “célebres” ningunos -ninguneadores  y ninguneados- que pueblan la literatura peruana soslayan la realización de un evento que en el fondo envidian; acaso la gente interesada de verdad en la literatura de calidad prefirió visitar la Universidad Católica donde en las mismas fechas se realizó un coloquio internacional que tuvo como invitado especial y homenajeado, con todo el rigor y el debido alcance del término, al poeta chileno Raúl Zurita; acaso los poetas invitados eran demasiado malos como para criticarlos y hasta los invitados internacionales “homenajeados” eran tan de segundo orden que para los auténticos estetas ha resultado mejor evitar toda forma de exposición en torno de ellos.

 

Harold Alva ha tenido no pocos conflictos con sus pares literarios en el pasado, pero habiendo ya una generación de por medio entre esos enconos y la actualidad no vemos porque por este lado se pueda haber impedido o negado la publicidad al evento. Quizás, su alejamiento de la poesía lo haya llevado a cometer algunos traspiés de selección, pero si uno ya está lejos de la poesía, ¿para qué hacer un festival dónde, además, no estarán presentes los más resaltantes poetas del país?

 

8.

De hecho, esta sería la crítica más seria al evento en cuestión. Es decir, ahora que la poesía peruana permanece en caída libre – aunque esta caída ha dura varias décadas-, debería mostrarse a poetas que gocen de obras contundentes y llamativas en las que aún habite el fuego de la verdadera poesía a fin de enaltecer a la Poesía y a la Belleza y  a la Vida y no solo a los macilentos egos de tantos letraheridos que no le hacen ningún bien a la literatura en general. En este sentido, más importante que aglomerar versificadores por decenas de decenas, sería reunir a las voces más potentes del medio así estas no lleguen a ser ni nueve y tributarles los debidos honores y homenajes que merecen los artistas de verdad a fin de hacer justicia a nuestra alta tradición lírica.

 

9.

El festival en su aspecto exterior ha mostrado buenas posibilidades fotogénicas pero ningún trasfondo de valor para la poesía de nadie, ni la más mínima posibilidad de entretenimiento para cualquier amante de la belleza.

 

10.

Fomentar la mediocridad es tan malo como no fomentar nada, tan malo como intentar encubrir la grandeza. Darle un espacio a gente que no tiene nada que ver es peor que quitarle visibilidad a un artista de verdad.

 

11.

¿Por qué no se convocó a jóvenes poetas interesantes en lugar de los aburridos versificadores de toda la vida? En este punto, sería poco serio definir la razón de estas invitaciones por el mero capricho del organizador, aunque tampoco se puede exigir una convocatoria a elecciones para esto. Sin embargo, por lo visto en el festival, es obvio que los organizadores se han desvinculado totalmente de la poesía.

 

12.

No creo que alguien envidie participar en este festival o en cualquier otro salvo que se sea un dependiente con un serio déficit de personalidad, pero la selección mostrada hace improbable que siquiera tengan la intención de participar en futuras realizaciones del evento en cuestión.

 

13.

El silencio de los poetas ante su propia execrable realidad actual se me hace insoportable. Acaso, es tan difícil escribir una crítica o un comentario que sea distinto a la entusiasta buena onda -léase, patería- o al puyazo envenenado del enemigo.  El país entero debería profesar más continuamente la honestidad de intentar exponer las cosas como son, pero si ni los poetas se atreven ¿qué podemos esperar de la colectividad en general?

 

14.

En los mismos días que se realizó el festival para mala suerte de los organizadores, Raúl Zurita estuvo en Lima, invitado por la PUCP para un homenaje en toda la extensión y el debido cumplimiento de lo que significa esa palabra, es decir, un acto, en todo distinto, a la pantomima de homenajes que “tributó” el Festival Primavera Poética que este año exhibió el más bajo de sus carteles.

 

15.

Ha pasado una semana y un festival de tan buena logística como el Primavera Poética ha pasado desapercibido para casi todo el mundo y, desde luego, esto debe problematizarse. Acaso el soslayamiento generalizado puede deberse a la natural mezquindad de muchos integrantes de la escena literaria nacional pero también y sobre todo a problemas de selección de autores. Esperamos que este festival, en futuras realizaciones, sea un evento más próximo a la poesía que al tedio y el aburrimiento, factores intrínsecos a los versos malos y los poetas aburridos.  

 

16.

No faltarán los que digan que hubo una regular asistencia de público al Festival Primavera Poética 2017 pero el éxito de un evento artístico no se mide solo en términos de afluencia de personas sino de la calidad de lo que se les ha ofrecido. De nada vale que un evento sea multitudinario sino no existe nada valioso que se haya ofrecido a estas multitudes. Además, el festival de la referencia no ha gozado de un público multitudinario ni siquiera en la Plaza de Barranco, aunque en fotos así lo parezca. Debemos precisar que en esa plaza hasta los músicos ambulantes congregan conjuntos de espectadores espontáneos y hasta se baila en ella, etc.

 

18.

A veces, el desdén del que se cree superior al otro hace que se pierdan las oportunidades de ejercer una controversia legítima, pero eso en el Perú actual es una ficción inverosímil, una presunción falaz, una demanda sin fundamentos.

 

19.

En este momento, no soy amigo de Juan Cristóbal, pero eso no niega ni puede negar su enorme valía como artista. En este sentido, debo expresar mi fastidio por el hecho de que se le haya invitado a leer al Festival en tanto que se ha homenajeado a otros poetas muy inferiores a él, no solo en esta ocasión sino en anteriores. Obviamente, los organizadores pueden invitar y calificar a los participantes de sus eventos de la forma que crean conveniente, pero sin vejar la dignidad de nadie. JC, sin duda tan noble como es a veces dogmático e intransigente, no halló mayores problemas en ser parte del festival, pero creo que cualquier lector de poesía sabrá reconocer en este detalle un brusco impasse de injusticia o de falta de sentido estético.

 

20.

Que no existan colosos de la palabra como en otras épocas – no existe ni la sombra de un González Prada ni un Vallejo ni un Martín Adán ni un Westphalen ni un Ojeda- no legitima que se enaltezca a los pigmeos.

 

21.

Como han afirmado varios poetas, haciendo uso de distintas paráfrasis de una sola forma verbal, LA POESÍA SERÁ GRANDIOSA O NO SERÁ. La Poesía no admite otra posibilidad y por nuestro propio bien, tampoco admitamos una posibilidad distinta.

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