Es triste ver cómo los grupos
feministas intentan negar por todos los medios que la asesina y descuartizadora
Andrea Aguirre Concha es feminista. Incluso el portal “Ni Una Menos-Perú” no la
nombra para nada e instrumentaliza este crimen para hablar solo del estado y
del “superior Pastor” y ni siquiera mencionan que las dos fiscales que
sabotearon la investigación son mujeres: María Quicaño Bautista y Lucila Aliaga
Gamarra. Solo otros activistas han mencionado que Aguirre sí participaba de las
marchas y, encima, lo hacía con su pareja y cómplice, el “feministo” Kevin
Villanueva Castillo.
Pero, claro, para dejarnos de suposiciones, entramos a la página personal de Andrea Aguirre Concha:
Y qué encontramos. Pues que era seguidora de Marisa Glave, Vero Ferrari y del Movimiento Feminista del Perú. Con lo cual queda demostrado que sí era feminista y ya muchos voluntarios la han identificado como la que le gustaba ir adelante en las marchas de Ni Una Menos.
Para variar, Aguirre también era activista por los derechos humanos y participaba en los plantones por los desaparecidos (hombres y mujeres). Y el Equipo Peruano de Antropología Forense (EPAF), organización dedicada a las investigaciones de violaciones a los derechos humanos, condenó el mal actuar de Andrea Aguirre, quien fue voluntaria de la asociación y conoce “el impacto de una desaparición en las familias”. Y ha sacado un comunicado donde se lee:
Pero lo más salvaje de todo esto,
aparte de sus mismas examigas y un entorno cercano que ahora la niega, es el
sadismo y el cinismo de Andrea Aguirre quien no solo hacía llamadas y mandaba
mensajes desde el mismo número de Solsiret para despistar a la policía y a la
familia, sino que dormía en su casa con el cráneo de la occisa, osamenta que
lavaba cada cierto tiempo para conservarlo en un envase plástico. Eso aparte de
guardar una tibia, un fémur y un peroné envueltos en periódico dentro de su
armario. Una salvajada.
Mientras tanto y siguiendo los
primeros protocolos de ley, la feminista y “luchadora” por los derechos
humanos, Andrea Aguirre Concha, aceptó el crimen; y su novio ha manifestado en
televisión abierta: “Soy inocente, amo a mis sobrinos y van a saber que no hice nada contra su madre.
Solsiret era parte de mi familia. Ella (Andrea) es una criminal, va a tener
que responder por todos sus actos”.