Los derrumbes del muro de la fortaleza Kuélap han puesto la mirada en la desidia del Ministerio de Cultura, una institución que no cumple con sus funciones de formular, ejecutar y establecer estrategias de promoción cultural de manera inclusiva y accesible, además, el de realizar acciones de conservación y protección del patrimonio cultural.
El reconocido antropólogo, arqueólogo e historiador, Federico Kauffmann Doig, ha brindado grandes aportes en el estudio de nuestra civilización del antiguo Perú. En una entrevista en el año 2020 con Lima Gris, Kauffmann Doig habló de Chachapoyas y de la fortaleza Kuélap, patrimonio cultural que se encuentra olvidado por más de una década por el MINCUL.
Kuélap es otra preocupación ¿Por qué no contrataron a un ingeniero que es lo que corresponde para su recuperación?
Para eso hay especialistas, pero lamentablemente no los tenemos en el Perú. Hay uno que otro, como Tapia, un cusqueño que ha estudiado en Italia, o de Samanez Ocampo, otro cusqueño. Lo del teleférico tiene su pro y su contra. Yo estoy más en contra, pero hay muchos que dicen estar a favor, porque con eso viene el turismo y mejora la economía de la zona. Lo que me interesa es que no se derrumbe nuestro Kuélap.
Habiendo un presupuesto para el teleférico y otro para la reconstrucción, primero se decide hacer el teleférico en vez de la reconstrucción ¿No le parece algo absurdo?
No puedo hablar mal de Narváez que siempre ha trabajado durante muchos años; pero hace como 10 años ha dejado de trabajar. Él ha tratado, cada vez que se caía parte de la muralla, la volvía a poner. Ha hecho un buen trabajo. Sin embargo, en los últimos 10 años ya no se ha hecho nada, se ha dejado que se derrumbe más y más.
Yo me pongo a pensar cómo los Chachapoyas que construyeron Kuélap, que hace como unos dos mil años evitaron estos derrumbes, porque como usted sabe Kuélap es una fortaleza ubicada en una alta montaña y para sostener esa masa de tierra y piedras y formar finalmente una plataforma, tuvieron que resolver ese problema mediante ductos, porque caía mucha lluvia. Y yo vi cómo hace 40 años esos sumideros y esas construcciones estaban perfectas. Había eso sí, una cosita menor, pero ahora pasa de todo durante los últimos 40 o 50 años.
[Mostrando una fotografía de la fortaleza de Kuélap] Todas las fotos antiguas muestran perfectamente que están sanas las entradas y estos derrumbes son últimos porque hace 50 años se taló el bosque que había crecido y al talar el bosque la hojarasca se degradó y formó una capa de tierra que obstruyó los sumideros. Ese sistema de ductos durante 950 años dio un resultado maravilloso hasta que hace 50 años fue talado el bosque que lo cubría.