¿Por qué Fassbinder? Como acostumbro, aduzco razones personales (en el fondo, y también en la forma, sin duda las mejores). Vi mis primeras películas de Fassbinder en un cineclub sin tener una idea previa de qué se trataba. Parecía algo más simple de lo que en realidad era. Sus relativas lentitudes rítmicas al final demostraban que eran el producto de una mente muy rápida… Y la curiosa y compleja sensación, entrañable, del primer encuentro con los mundos ‘gozosamente siniestros’ que proponía Fassbinder sigue en mí, pura, intacta, tanto como la sensación de empezar una nueva amistad, un nuevo amor, o aún mejor: una nueva vida.
¿Qué tiene Fassbinder? ¿Qué hay en él que no encuentro en nadie más (no me refiero, claro, a la totalidad sus películas)? Y por qué siento —con toda la sencillez de una verdad que, con el tiempo, al menos subjetivamente, se me hace cada vez más necesaria e indiscutible— que está entre los grandes. Pude sentirlo en su momento, ‘cuando no sabía nada de cine’, lo sigo sintiendo ahora, y tal vez sea momento de ensayar algo parecido a una explicación.
Hay una frialdad, que tal vez no es tal. O es, más bien, lucidez. Una distancia, un ‘estilo’, que permite ver mejor. Para acercarse a conciencia. Hay una artificialidad, digamos teatral. Y deconstructiva, ‘moderna’. Un dispositivo que desmonta los dispositivos. Que nos hace ver el funcionamiento de unos personajes, de un sistema, tras apariencias y disfraces. Hay una sabiduría irónica. Fassbinder no quiere engañarse, está dispuesto, en medio de todos sus juegos, a mostrar a la gente de manera fidedigna, lo que incluye mostrar tanto su belleza como su situación miserable. Fassbinder sostiene que el nazismo nunca acabó, que hay un ‘nazismo del corazón’. ¡Cómo no ver sus películas! ¡Conversaremos sobre ellas!
Las proyecciones se realizarán cada jueves de julio a las 7:30 pm. Los títulos son como para no decirte nada más y dejar que descubras sin ayuda las películas como lo hice yo: La angustia corroe el alma, La ley del más fuerte, Ruleta china, En un año con trece lunas. Si quieres, ya que el aforo es limitado, puedes reservar tu entrada, gratuita, enviando un mensaje con tu nombre al siguiente WhatsApp: 902786878.
(Columna publicada en Diario Uno)