“No existe una ley que prohíba embrutecer a la gente”, decía Marco Aurelio Denegri ante la abundancia de desinformación y la casi nula actuación de la “justicia” por evitarlo.
Esta cita calza como anillo al dedo actualmente, puesto que los fake news (invención) invaden todas las vías de información generando retraso en nuestra sociedad y son las mismas autoridades quienes ya no saben qué hacer con esta infodemia.
Es el caso del Presidente de la República Martín Vizcarra, quien en su reciente presentación pública tomó más de quince minutos del mensaje para desmentir un fake news que desestabilizaba su gobierno.
Se trata de la supuesta renuncia del Gabinete Ministerial, un tuit viralizado en redes sociales que puso en jaque al gobierno todo el fin de semana.
Ante la ola de opiniones y especulaciones generadas por la fake news, al mandatario no le quedó solución que recomendar de manera enérgica a la población no compartir informaciones falsas.
«El COVID-19 se transmite de persona a persona. Las falsas noticias también. Así como combatimos el virus, también hay que combatir la desinformación», pidió, sentenciando que los peruanos identificamos a los personajes que generan desestabilidad con estas mentiras.
Paralelamente una false news (tergiversación de información) en referencia a las clases virtuales que imparte el Ministerio de Educación en señal abierta, produjo una ola de opiniones que hicieron dudar a los padres de familia sobre la calidad de enseñanza.
La desinformación apuntaba a que grupos subversivos dentro del gobierno pretendían sembrar una ideología comunista a los alumnos a través de las clases virtuales.
Esto se viralizó de inmediato y diversos grupos radicales la respaldaron extendiéndola con opinión parcializada.
Lo cierto es que el mensaje en redes tiene un extracto del vídeo Aprendo en casa donde se hace referencia a la discriminación lingüística y el dominio de los grupos de poder.
Al respecto la Asociación de Correctores de Textos del Perú sostuvo que la false news sacaba de contexto las clases impartidas por el Gobierno. Además ante la polémica dejó en claro que sí existe discriminación lingüística y que está dentro de la currícula escolar su aprendizaje.
Por su parte el Ministerio de Educación desmintió esta corriente a través de sus canales de difusión, sin embargo el cuestionamiento a una política educativa en marcha basado en desinformación retrasa el lento avance de nuestra educación.
¿A favor de quién está la corriente desinformativa? No compartamos fake news.
*CEO Agencia HEFE Network. Fundador de LaTrue plataforma digital ganadora de la 1ra Hackathon contra la desinformación.