En horas de la tarde del sábado 30 de enero, manifestantes de la marcha “No al toque de quiebra” se percataron de la presencia del equipo periodístico de Latina que venía cubriendo esa marcha en las inmediaciones de la Plaza San Martín.
La marcha, que transcurría de manera pacífica, identificó al periodista que trabaja para Latina, Ricardo Reyna, quien estaba acompañado de su camarógrafo, quienes venían cubriendo las incidencias de la marcha, cuando de pronto un grupo de manifestantes empezaron a demostrarles que no eran bienvenidos pues consideraban que el canal para que trabajan se encuentra aliado al régimen del actual presidente Francisco Sagasti.
A los gritos de “prensa corrupta”, “prensa mermelera” o “vendidos”, el reportero y su camarógrafo tuvieron que abandonar la plaza, mientras algunos sujetos empezaban a arrojarles botellas vacías. Al lugar de los hechos tuvieron que acercarse efectivos policiales para resguardar la salida de los periodistas, quienes enrumbaron en dirección hacia Colmena.
La marcha convocada se debió a las nuevas disposiciones impuestas por Sagasti, las cuales significarían el quiebre de muchos locales comerciales, la pérdida de trabajo de miles de peruanos quienes estarían pasando al grupo de desempleados.