El exterior siempre será el reflejo de aquel mundo que contiene el interior, aquella armonía no siempre conseguida que presume la idea firme de llevar al hombre, a los pueblos en direcciones certeras, en las cuales los lazos se proyecten acertados, verdaderos y libres, una sumatoria que no sea más que la convergencia signada para la convivencia que supone la vida.
El exterior siempre será el reflejo de aquel mundo que contiene el interior, aquella armonía no siempre conseguida que presume la idea firme de llevar al hombre, a los pueblos en direcciones certeras, en las cuales los lazos se proyecten acertados, verdaderos y libres, una sumatoria que no sea más que la convergencia signada para la convivencia que supone la vida.
La interpretación visual de 8 artistas locales es para tales fines una convergencia apoyada en infinidad de lecturas que nos ha dejado la historia, propuestas que tienden a fraternizar, ironizar o dar una visión impregnada como un guión en el inconciente social, y es que si bien los hechos siempre serán determinantes, habrá también factores que pongan una mirada nueva, que demanden una visión renovadora, surgida de la necesidad de instalarse correctamente en el nuevo siglo. Crear, creer firmemente en las reflexiones que anteceden los nuevos tiempos.
Los lazos fraternos deben nuevos aires, que no tiendan a ser vistos bajo referentes esencialmente coyunturales, resueltos por la política o los medios, aquellos a veces se vuelven un filtro determinante que terminan convirtiendo las desavenencias en pasiones, alejando la búsqueda real, vencer las percepciones construidas de cualquiera de los dos lados supone un cambio cultural, reservado para un largo plazo.
Dispuestos a avizorar aquella búsqueda que se aleja con cada discrepancia, esta vez en un plano de orden limítrofe en el cual decididamente cada uno juega sus propias cartas,
y en el cual la relación entre Chile y Perú aún está fuertemente condicionada por la herencia histórica que se evidencia, principalmente, en la existencia de una serie de imágenes antagónicas. Estas se identifican fundamentalmente con la noción de dos países rivales, para los que la Guerra del Pacífico fue y es un elemento en la generación de una identidad nacional.
Las imágenes constituidas para la presente muestra son sugerentes y reiterativas, pretenden evocar momentos, situaciones y fantasías que en conjunto expresan lo entregado por la historia y superpuestos para tales fines en formas reales llenas de contrariedad que recrean un diálogo visual no oficial gobernado entre los artistas y el espectador.
©Pablo Villaizán
Bonn 01 de Setiembre del 2009