Este viernes 20 de octubre se inaugura en la Casa Mariátegui la exposición “El artista y la época” de Alejandro Medina Ycochea, poeta y pintor autodidacta que sorprende con sus trazos por ratos fantasmales, por ratos lúdicos u oníricos. Al respecto, el autor refiere: “Esta muestra es la praxis del cómo materializar un poema, aquí el pintor es un puente apostado en el alma del poeta César Vallejo, de un lado, y de la otra orilla, su expresión en color y forma. Mi intención pura ha sido la de sentir los poemas, en mi calidad de poeta, y de pintarles, en una interpretación experimental y original no hecha antes. En estas pinturas, yo encontré mi humanidad”.
Para dar más luces sobre esta exposición conversamos con Medina Ycochea:
1.- Aprovechando el título de uno de los libros de JCM, ¿Cuál sería la posición de un artista en este tiempo actual de guerras, conflictos y contradicciones (Ucrania, Israel, Medio Oriente, etc.)?
La pregunta viene a cuento en razón de que mi última exposición se llama “El artista y la época”, nombre tomado del célebre artículo escrito para la revista Mundial el año 1925, por José Carlos Mariátegui, donde se refiere a esa época, que bien puede ser ésta, donde se manifiesta un descontento por parte del artista, llámese poeta o pintor, por tener que someterse a la irrupción del mercado en la creación. Nos dice que es más importante un empresario que tener una buena obra. Así el artista es un cortesano, un “puto” del mercado. En ese sentido, para mí las cosas siguen igual, es difícil imponer una idea creativa que responda solo a tus nociones estéticas y si lo haces, puede que seas llamado díscolo y rebelde. ¿Nos dice algo el muñeco ése, llamado “La descarada”?
Yendo al meollo de tu pregunta, reconozco dos posiciones entre los artistas: aquella que dice que el artista “no tiene que hacer política y solo preocuparse por su obra”, y la otra, en la que yo me afilio, metafóricamente hablando, que habla de una participación activa del artista en lo político y social. Algunos olvidan que Vallejo fue miembro del Partido Comunista Español, eso oficialmente se oculta y solo se muestra su aspecto poético, pero su poesía tiene su génesis en el dolor humano, en el dolor social. Creo yo que el verdadero artista, y por vocación humana, ha de tomar partido. Es imposible que no lo haga ya que está sensibilizado para sentir el mundo. El artista es un espejo que refleja su realidad. Y ningún ser humano, sin someterse a la xilocaína, puede dejar de sentir el dolor de su prójimo sin conmoverse.
2.- Existen artistas de izquierda, ¿se podría también decir que existen artistas fascistas subvencionados por la ultraderecha?
Sí, ser artista solamente significa ter la habilidad para crear una obra de arte, fuera de este ropaje, somos personas como todos. Los hay católicos, evangélicos, agnósticos y ateos. Así hay gente que cree en el fascismo, que ama el capital por sobre todas las cosas, que es racista y que se desenvuelve en una burbuja orgánica hecha ex profesamente para estos señores. Acaso la ley Tudela para el cine no es una sentencia de muerte para un cine quechua hablante y de perfil andino. Mario Sironi fue un pintor fascista, motivado por el racialismo y patrioterismo, pero brillante. Picasso, Dalí y muchos otros, eran antifascistas.
3.- ¿Pintar para qué? ¿Para tener fama, ganar dinero, denunciar, alcanzar la belleza, etc.?
Creo que esa pregunta debe tener una respuesta personal, y cada quien la responderá como se deba. En mi caso, yo incursioné en el arte desde niño, sin tener proyectado, ni remotamente, la posibilidad de que llegase a exponer en una galería en el futuro. Todo lo que pasa hoy es como un bonito sueño. Además que abandoné los pinceles desde el año 2000, al perder la movilidad de mis piernas y andar con mucha dificultad, estando en esa situación durante más de una década, siendo que los cuidados de una mujer me hicieron devolver la salud. Al morir mi madre, el año pasado, esta compulsión por pintar me hizo pintar el cuadro “Trilce LXVI”, que representa un velorio. Para mi pintar es quitarme peso emocional, liberar mi espíritu de sus cargas, nada más.
3.- ¿Cómo hilvanas el ser poeta y ser pintor, y si tienes alguna predominancia, lo cerebral de la poesía o lo artesanal de la plástica, etc.?
No me es difícil, para ser sincero, ser poeta y pintor, así algunas veces escribo y otras pinto. Aunque más legre me pongo cuando pinto y eso no lo puedo explicar. Escribiendo puedo tardar unas horas diarias, pintando puedo llevarme todo un día sin parar, me ha sucedido. En la poesía utilizo un 50% de emociones al crear, luego el otro 50% que será de racionalidad, al corregir y ajustar la palabra a una estructura estética. Lo mismo ocurre en la pintura, supongo yo. La mayor parte de mis pinturas, excepto los bodegones y pedidos que me hacen, surgen de una impronta emocional, como estas pinturas dedicadas a César Vallejo; pero luego la mano debe adiestrarse y el cerebro te dicta las normas de composición, teoría del color y todo lo concerniente a la técnica pictórica.
4.- Podrías hablarnos de tus influencias.
Soy autodidacta. No salí de la escuela. La escuela te genera cierta influencia impuesta por los maestros. Yo soy un artista al garete.
5.- Entiendo que Mariátegui por sus conceptos sería más expresionista que otra cosa (o cuasiliteral como el cuadro del amauta pintado por Emilio Pettoruti).
Esta obra me parece que está en el Museo de Arte de Lima, la del pintor argentino que fuera amigo de Mariátegui, es expresionista puro. En la época del amauta este apoya el arte llamado Indigenista. Una suerte de expresionismo con temática del indígena y lo bucólico.