Pintura

Exposición de Alejandro Mego en Galería 1969

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En esta serie de cuadros el artista explora los espacios, estructuras y líneas que forman parte del recinto deportivo, estos escenarios se presentan como el lugar de encuentro organizado del hombre con su propia naturaleza y con la de sus semejantes, convirtiéndose en una vía de realización dentro de un sistema de «cosas» que tenemos que conquistar, a su vez el hecho de que usualmente estos lugares sean ubicados en los exteriores (parques, campos recreativos, áreas verdes) ilustran la conducta propiamente humana de modificar su entorno para crear espacios que resignifica el área intervenida dotándola de elementos que poseen características y usos asignados para una actividad determinada, pero que separados de su propósito emergen como estructuras con cualidades abstractas que se funden con el entorno, sin embargo, a la vez son testimonio de las formas en que los humanos han intentado ubicarse en la naturaleza.

Las pinturas que conforman esta exposición parten de referencias fotográficas tomadas en viajes en bicicleta que el artista acostumbra a hacer y de otras fuentes como internet, periódicos y revistas, pero en el proceso de hacer distancias desde esta base inicial, las dudas y reorientaciones tejen una superficie pictórica en relaciones tonales, cromáticas que construyen amplios espacios que tienden a desplazar la figura humana a un segundo plano, optando por enfatizar las formas orgánicas de la naturaleza generando un contrapunto con estructuras geométricas como postes, tableros y líneas. El afán de figuración y el afán de pintura pura se encuentran siempre en un suave conflicto, fecundo en posibilidades plásticas que se exploran con curiosidad y variación.

Alejandro Mego (Lima, 1992) tiene estudios de historia del arte en la Universidad Mayor de San marcos y cursó estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes, pero que dejó para viajar por el Perú y países vecinos en bicicleta, en palabras del artista, una experiencia clave para el desarrollo de su pintura, debido a esto su aprendizaje lo considera autodidacta, en una constante búsqueda y selección de información y referentes que enriquezcan su trabajo.

“Hace unos años, junto con unos amigos, realizaba un viaje en bicicleta a Pozuzo, en varios días,  en el tramo de La Merced a Oxapampa, cuando ya llevábamos muchos kilómetros encima y andábamos muy cansados empezó a llover intensamente, se oían truenos y nosotros no teníamos dónde meternos, no habíamos visto viviendas hace varios kilómetros atrás y no había más que vegetación, nos cubrimos con los ponchos de plástico que teníamos y cuando ya empezaba a dejar de llover y el cielo aclaraba, para el lado de las montañas, a lo lejos, se podían ver dos estructuras blancas una frente a la otra , era evidente que eran arcos, había una cancha, lo que rápidamente nos hizo pensar que ya estábamos cerca de algún distrito o provincia, efectivamente, estábamos llegando a Oxapampa.

Este paisaje intervenido por dos arcos, que cual estandarte, anunciando presencia humana, nos dio la señal de alivio que nuestro cansancio necesitaba, estimuló en mí una observación de otros espacios como este y a partir de una foto que tomé con el celular aquel día, pinté el primer cuadro de esta muestra”.

La muestra de pintura va hasta el 15 de junio en 1969 Galería, ubicada en la Casa Fugaz, Jr. Constitución 250, Callao.

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