En nuestra tradición pictórica existen ejemplos notables de pintoras que se inscriben en movimientos importantes como Julia Codesido, Alicia Bustamante y Cota Carvallo en el caso del Indigenismo y también individualidades sobresalientes como Elle Krebs o Luz Letts. Regina Aprijaskis es un ejemplo notable de una artista revalorada últimamente que despierta interés en coleccionistas más allá de nuestras fronteras y mencionar a Tilsa Tsuchiya como el valor pictórico más cotizado del país en casas de subastas importantes a nivel mundial como Christies o Sothesby ya no es novedad para nadie interesado en el arte peruano. Por otro lado incluso algunas de las más conocidas pinturas recientes de tema histórico son firmadas por una artista: la desaparecida Etna Velarde. Y en cuanto a la importante labor de formación de nuevos valores podemos nombrar a Julia Navarrete o Claudia Coca, entre otras destacadas artistas.
Por todo esto consideramos que resulta pertinente presentar una selección de jóvenes pintoras peruanas que se encuentran en constante actividad no sólo en nuestro país si no que han tenido y tienen la oportunidad de mostrar su trabajo en espacios del exterior, roce necesario para la formación y fortalecimiento de la calidad artística. Es así que la presente exposición tiene por fin difundir el trabajo de diecisiete jóvenes artistas peruanas formadas en diferentes escuelas de arte y talleres de Lima y ciudades como Cusco, Arequipa e Ica.
No se ha intentado privilegiar una visión del arte sobre otra, si no que el interés es mostrar las diferentes inquietudes tanto de estilo como técnicas que conviven en nuestro medio. De modo que junto al trabajo intimista y reflexivo de los autorretratos de Ana Balcázar, Patricia Alor Prettell o Elizabeth López Avilés encontramos la representación del mundo exterior a través de la naturaleza como en el caso de la obra de Karina Padilla, o en su relación con el otro como plasma Lucia Portocarrero en un retrato de su pareja. Frente a la realidad de lo cotidiano se enfrenta el surrealismo de Judith Vergara o Helga Elsner en un registro más personal que el empleado por Adriana Agurto quien en sus imágenes totémicas nos comparte algo de su mundo interior al igual que Natalya Lizárraga y sus escenas de ensueños cargadas de simbolismos. Por su parte Lissette Cruzalegui y Marilya Hinostroza abordan representaciones relacionadas con su origen y la interculturalidad, cada una con un expresionismo particular.
Paola Rossi comparte su visión de los héroes anónimos que desarraigados sobreviven en medio de la rigidez de la ciudad, tal vez por ello utilizó acero como soporte para la obra que expone. En ese orden de ideas encontramos el trabajo de Irina González que hace referencia a la soledad, falta de identidad y anonimato del hombre contemporáneo en las grandes urbes. Alienación compartida también por los fragmentos con los que Marialejandra Lozano construye un políptico potente que interpela al espectador. En cuanto al cuestionamiento de los roles de lo supuestamente femenino el trabajo de Karina Huertas dialoga con la obra de Gabriela Vargas en un interesante contrapunto con la representación en clave pop de Denisse Vivanco.
Creemos que esta breve selección de las numerosas artistas que trabajan en nuestro medio puede contribuir como referencia a futuras investigaciones y proyectos relacionados a la labor realizada por la mujer en diversos campos de nuestro país.
El día jueves 13 de agosto a las 7:00 pm en la Sala Víctor Humareda del Museo de Arte del Centro Cultural de San Marcos (Av. Nicolás de Piérola 1222 – Parque Universitario – Centro Histórico de Lima)