El próximo jueves 28 de noviembre, a las 7 pm, en el Centro Cultural Inca Garcilaso del Ministerio de Relaciones Exteriores (Jr. Ucayali 391, Lima) será inaugurada la exposición «Una luz nueva» del pintor Ramiro Llona en la que nos presenta sus obras más recientes en gran formato. El ingreso es libre.
“La exposición no cuenta una historia, pero despliega una suma de instantes escénicos que por momentos parecen articular una sucesión de eventos revelados y a la vez secretos…” comenta Jeremías Gamboa.
“Hay un temperamento renovado y específico en las pinturas de Una luz nueva, un pathos que marca distancia clara de las telas de la muestra anterior y que parece refrendar el hecho de que, tras consolidarse como lenguaje, la pintura de Llona se ha empezado a desarrollar de una manera más evidente en algo que podríamos llamar ´estaciones´.
Se opera un cambio de eje entre una pintura que deja de centrarse en aquello que ha dejado de estar por una que refiere lo que está o lo que empieza a estar. Una luz nueva es como el movimiento de la pintura por regresar a la zona de la vida y del decir tras haberse situado al borde de su propia extinción en tanto lenguaje vivo o en constante cambio”.
La exposición estará abierta hasta el 26 de enero de 2014, de martes a sábado de 10 am a 7:30 pm, viernes de 10 am a 9 pm y domingos y feriados de 10 am a 6 pm.
Ramiro Llona (Lima, 1947) es el creador de una de las obras pictóricas más ambiciosas, frontales y complejas del panorama de las artes plásticas peruanas. Acaso debido a que su educación incluyó estudios de Arquitectura en la Universidad Nacional de Ingeniería y de Artes Plásticas en la Pontificia Universidad Católica del Perú, desde muy joven su trabajo evidenció un lenguaje que fue acogiendo por igual el rigor y la libertad, la contención geométrica y el impulso gestual, la acción instantánea y la consciencia total de la historia del arte. Parte de esa explosión formal y conceptual sucedió en el período que va de 1977 a 2002 y durante el cual el artista vivió primero en Nueva York –donde cursó estudios en el Instituto Pratt– y después entre esa ciudad y Lima. Producto de un diálogo intenso y constante con el legado de casi todos los grandes maestros de la pintura moderna –que Llona empezó a consumir ávidamente durante sus años en el extranjero– su trabajo obtuvo una densidad y factura reconocida internacionalmente a través de la muestra antológica del Museo de Arte Moderno de Bogotá (MAMBO) en 1986 y de los ensayos de críticos y estudiosos del arte de la talla de Donald Kuspit, Damián Bayón y Edward Sullivan.
En 1998, la retrospectiva del Museo de Arte de Lima, que reunió una muestra representativa de sus primeros 25 años de labor artística, supuso su consagración definitiva en el medio local. Después de ello Llona ha expuesto la muestra antológica Tiempos de simbolización en el Icpna de Lima y en el Museo Nacional de Bellas Artes de Santiago, Chile, en 2006, y las individuales El lenguaje (2003), Proceso (2007) y El uso de la memoria (2010) en la galería Lucía de la Puente, en Lima. En 2010, El área editorial del diario El Comerció le dedicó un tomo especial a su obra en la serie Maestros de la pintura peruana. Su trabajo, exhibido en más de sesenta muestras individuales en diferentes ciudades de América y Europa, ha sido adquirido por importantes colecciones privadas, públicas y corporativas. Este 2013 expone dos muestras: la fotográfica Barranco a pie, en el Museo de Arte Contemporáneo (MAC), y la de pinturas, Una luz nueva, en el Centro Cultural Inca Garcilaso de la Cancillería.