La Galería Delbarrio invita el jueves 9 de mayo a las 8 pm a la inauguración de “C2C, rediseñando las formas” del arquitecto español Rafael Moya, una muestra de todo lo que se puede hacer a partir de la reutilización de desechos. Moya ha invitado en esta ocasión a la artista peruana Mencia Olivera, quien ha elaborado una serie de objetos con desechos de papel.
Rafael Moya nace en Huelva-España en 1968. Se formó en arquitectura técnica en la Rábida, posee un postgrado en diseño, cálculo y análisis de estructuras de la universidad de Huelva y una especialización en energías limpias del Centro de Estudios de la Energía Solar.
Su espíritu inconformista e inquieto lo lleva a investigar sobre nuevas formas de vida donde el espacio interior y objetos de diseño toma el protagonismo. Comienza así un viaje de inspiración sobre lo contemporáneo y lo urbano, lo tradicional y sostenible de cada lugar, y su relación con el medio local, que lo llevan a sitios tan dispares como Túnez, Marruecos, Honduras, Guatemala, República Dominicana, Jamaica, EE.UU., Canadá, Francia, Italia, Austria, Holanda, y finalmente por Latinoamérica; Ecuador, Chile, Bolivia y Lima -Perú, donde reside actualmente.
Entre el pragmatismo y el surrealismo de esta urbe encuentra el reto de conectar el diseño con lo árido de lo local, el desierto. Comenzando así su propio negocio y la producción independiente.
El proyecto gira en torno a nuestra relación con el medio ambiente y la necesidad de vivir acorde a la naturaleza. Reto de vivir cómodamente en un lugar complejo.
C2C, de la cuna a la cuna (en inglés: Cradle to Cradle), “Rediseñando la forma en que hacemos las cosas” es una filosofía descrita por el físico Alemán Michael Braungart y el arquitecto estadounidense William McDonough.
Tradicionalmente cualquier objeto está pensado para una vida útil finita “de la cuna a la tumba”. Una vez llegado su final los componentes y materiales de los mismos se convierten en desecho dejando un pasivo ambiental cada vez mayor.
Asimismo, para la fabricación de estos objetos no se tienen en cuenta las distintas fases de los materiales utilizados para su fabricación, por lo que para poder fabricarlos se ha llegado a extremos de degradación medioambiental y agotamiento de recursos insoportables en la actualidad.
La filosofía propone un cambio de enfoque. Reducir el impacto sobre el medio ambiente provocaría una ralentización del mismo, pero más rápido o más despacio estaríamos llegando a un mismo final.
Frente a este panorama se propone atajar los problemas desde su misma raíz, centrándonos en que desde el propio diseño y concepción de cualquier producto, estrategia o política se tengan en cuenta todas las fases de los productos involucrados (extracción, procesamiento, utilización, reutilización, reciclaje…) de manera que no sean necesarios los gastos de energía, incluso que el balance de gastos y aportes sea positivo.
Los conceptos clave de la filosofía «de la cuna a la cuna» son intuitivos y enraizados en la imitación a la naturaleza, o de modo más preciso la conexión con ella, y tienen como base los principios fundamentales de la física termodinámica:
La energía, ni se crea ni se destruye, solo se transforma.
La cantidad de entropía tiende a incrementarse.
Esto significa el cierre completo de los ciclos de materiales: en los ecosistemas del planeta, no existe la basura. Nuestras sociedades pueden hacer lo mismo diseñando todos los productos de modo que los materiales se reciclen en el mismo uso, o bien se reciclen «hacia arriba», es decir que el siguiente uso tenga más valor que el actual.
Bajo esta filosofía, el arquitecto Rafael Moya nos presenta un conjunto de objetos y mobiliario realizado con lo que se considera desecho, mostrando que con imaginación y a través del diseño, se pueden realizar cosas, no solo útiles, sino realmente bellas y adaptables a cualquier entorno.