Comida chatarra, sedentarismo, largas horas frente a un celular o computadora de escritorio, bebidas azucaradas, frituras o postres hasta el empacho. A nivel mundial las personas han dejado de realizar actividades físicas en gran parte debido a la tecnología, convirtiendo sus cuerpos en representaciones de los cuadros de Fernando Botero.
De acuerdo con la Federación Mundial de la Obesidad, se proyecta que para el año 2035, más de 4 mil millones de personas en el mundo sufrirán de obesidad y sobrepeso, lo que representará más del 50% de la población global. Estas estadísticas resaltan la necesidad de brindar una atención médica adecuada a los pacientes con esta condición, no solo para evitar complicaciones graves y mejorar su calidad de vida, sino también para preservar la sostenibilidad de los sistemas de salud.
Según especialistas en cirugía bariátrica, se sigue subestimando el impacto de la obesidad en las estrategias globales de salud, porque se considera más como un factor de riesgo para las enfermedades no transmisibles, que como una condición por sí misma. Esta falta de reconocimiento es muy perjudicial, ya que a menudo se retrasa el tratamiento oportuno, lo que conlleva la aparición de complicaciones adicionales, como la diabetes, la hipertensión, los problemas cardíacos, los accidentes cerebrovasculares (ACV), el cáncer e incluso la muerte súbita.
El Dr. Luciano Poggi, miembro de la directiva de la Asociación Peruana de Cirugía y Enfermedades Metabólicas (APCBEM), subraya la complejidad de la obesidad como una enfermedad que requiere tratamiento adecuado.
“Menos del 5% de los pacientes con obesidad mórbida pueden lograr mantener una pérdida de peso sostenida sin intervención especializada, dado que en estos casos la dieta no será suficiente. Por ello, es importante que reciban atención médica y sean tratados por profesionales en distintas áreas, de manera oportuna y adecuada.”
En esa línea, el especialista advierte sobre la urgencia de tomar acciones inmediatas y decididas en el control de los casos.
“Algo que no se ha comprendido cabalmente es que los pacientes están en riesgo de complicaciones muy graves, que deterioran su bienestar y ponen en riesgo su vida. Pero, además, este riesgo es innecesario porque hoy contamos con muchas herramientas terapéuticas y tecnología innovadora, como la cirugía bariátrica, que ha demostrado ser el tratamiento más eficaz para la pérdida y el mantenimiento de peso en el largo plazo. Es crucial que los pacientes reciban un seguimiento continuo por parte de un equipo multidisciplinario para asegurar resultados óptimos y mejorar su calidad de vida.”
Para el Dr. Jorge Harraca, presidente de la Sociedad Argentina de Cirugía de la Obesidad y Enfermedad Metabólica (SACO), es urgente un cambio de paradigma en la forma en que la sociedad y la comunidad médica abordan la obesidad. «Es necesario comprender que la obesidad no se reduce simplemente a una falta de voluntad o disciplina; es una enfermedad sistémica, es decir, afecta todo el organismo, incluyendo los mecanismos neurológicos relacionados con la saciedad y el metabolismo. En muchos casos, los pacientes desarrollan obesidad mórbida debido a una combinación de factores genéticos, ambientales y de estilo de vida».
Hoy la enfermedad ha alcanzado rango de pandemia, debido a los altos índices que existen en todo el mundo. En el Perú, la obesidad y el sobrepeso en adultos han experimentado un aumento significativo en los últimos años y el país se encuentra entre los tres primeros lugares con altos índices de sobrepeso en Latinoamérica: hoy siete de cada diez peruanos sufren de exceso de peso. Según la Asociación Peruana de Cirugía Bariátrica y Enfermedades Metabólicas, cerca de 300 mil personas padecen obesidad mórbida y se proyecta que para el año 2035, aproximadamente el 35% de la población tendrá obesidad.