Lo contó todo. Durante la audiencia de prueba anticipada en el proceso seguido contra Faresh Miguel Atala Herrera por el delito de lavado de activos, el ex director de Petroperú aseguró haber entregado un millón 300 mil dólares en efectivo al ex presidente Alan García, entre los años 2010 al 2017. La entrega de ese dinero, según Atala, se realizó en distintos lugares, pasando por una casa en Las Casuarinas, la Universidad San Martín de Porres, e incluso en Palacio de Gobierno.
Atala Herrera dijo actuó como testaferro de García Pérez para que pueda recibir dinero de la constructora brasilera Odebrecht y que en total fueron 43 depósitos cuyos montos estaban por debajo de los 50 mil dólares.
«Hay diferentes montos. Había veces de 20 mil, otras de 25 mil, veces de 30 mil, a veces de 45 mil o 50 mil. Dependiendo también las fechas. En las fechas más importantes, que era cerca de Navidad, yo inclusive traté de ir dos veces», dijo en la audiencia ante el fiscal del Equipo Especial Lava Jato, José Domingo Pérez.
«Como estudié Contabilidad y soy minucioso para las cosas, yo anoto todo lo que hago. No solamente en este caso. Yo anoté cada entrega, cada monto de dinero. Tenía además en mi computadora el dinero que entregaba y de dónde venía. Ya sea de mi empresa o de mi cuenta personal», agregó.
Dinero iba a parar a paraíso fiscal de Andorra
En otro momento, Atala Herrera contó a los representantes del Ministerio Público que había ocultado las transferencias bancarias cuyo origen era Kliendfeld Services Ltda, empresa offshore que utilizaba Odebrecht para realizar pagos a políticos en diferentes países, en una cuenta en Andorra.
«En 2010 me llama el presidente para que lo visite. Estuve en su oficina, en palacio. Me anuncié, me recogió una persona en la puerta de palacio, me llevó a la oficina de Nava y este me acompañó a la oficina del presidente. Estuvimos conversando de cosas generales hasta que me dijo: ‘Miguelito, te ha dicho Lucho Nava sobre este tema’. Yo le respondí ‘sí, presidente, sí me ha dicho’. Entonces, me dijo: ‘cuando puedas, sin incomodarte, a ver si me puedes ir trayendo (el dinero). Me invitó mi cafecito y me retiré», finalizó.