Tras el nombramiento de su nueva Directora General, Eva Dalila López Miranda, ésta tendrá la gran labor de enrumbar a la institución para su reconocimiento como universidad pública, y tendrá que saber escuchar la demanda de los bellasartinos en hacer respetar su autonomía, y no transformarla en una empresa privada con fachada de universidad que solo beneficie los intereses de algunos.
La reemplazante del exdirector Carlos Valdez, es una artista egresada de la Escuela de Bellas Artes del Perú (ENSABAP), ganó algunos premios en su carrera artística y se ha encontrado alejada de las redes sociales. Su gran reto será poner en orden la casa y posicionar a Bellas Artes como la gran escuela que fue.
Aunque parezca increíble la Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes del Perú, que hace unos pocos años ha cumplido 100 años de existencia, no es considerada como universidad, a pesar que en el Perú ya existen universidades regionales de arte, la Escuela de Bellas Artes, a pesar de ser la más antigua y la que mayor demanda posee, aún se encuentra relegada por nuestras leyes.
Considerada como patrimonio de la cultura nacional, la Escuela de Bellas Artes cuenta con una historia muy marcada por la generación de artistas y profesores, como Daniel Hernández, José Sabogal, Guzmán Suárez Vértiz, Ricardo Grau, Gonzáles Gamarra, Juan Manuel Ugarte Elespuru, Teodoro Núñez Ureta, José Bracamonte Vera, Alberto Dávila, Carlos Aitor Castillo, Miguel Baca Rossi, Alberto Tello Montalvo, Leslie Lee Crosby, entre otros, han tenido la responsabilidad de difundir e impartir el arte.
Por sus aulas han emergido movimientos y pensamientos artísticos como el indigenismo y vanguardias artísticas con representantes como José Sabogal, Víctor Humareda, o Julia Codesido. Sin estos movimientos de pensamiento crítico, que no ha estado separada de la realidad peruana, no se podría hablar de una identidad artística que altere nuestra vida cotidiana.
Al igual que la universidad San Marcos, la ENSABAP posee un proceso de elección interna para determinar su gobierno de manera autónoma, y de esta manera poder decidir su propuesta académica de la mano de estudiantes y docentes, otorgando grados de bachiller y licenciatura que son registradas en SUNEDU. Pero el problema parte en que sus egresados y docentes no cuentan con las mismas opciones legales cuando se trata de optar por una carrera de posgrado o realizar una maestría, como en el caso de una universidad pública.
Es así que el 29 de diciembre del 2020 se difundió una carta pública en la que las autoridades de más alto cargo de la ENSABAP, estaban a favor de la transformación a universidad pública, solicitando a los congresistas que conforman la Comisión de Educación, Juventud y Deportes, que revisen y aprueben su petitorio.
“Luego de más de cien años de trabajo ininterrumpidos, y de haber aportado muchas de las imágenes decisivas que son parte de nuestra cultura, el modo de vida que en el país se ha constituido, y tras haber formado en sus claustros a muchos de los más importantes artistas del Perú del siglo XX, la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes del Perú está lista para convertirse en una universidad pública.” Se lee en la nota, rubricada por distintas autoridades.
Sin embargo, muchos opinan que la pretensión impulsada por el Minedu para introducir a Bellas Artes en una ley que le permita convertirse en universidad pública estaría atentando contra su autonomía y su programa de estudios.
Los bellasartinos buscan una regulación que les permita convertirse en una universidad pública, pero que no menoscabe su autonomía y regulación interna, la cual la ha caracterizado a lo largo de más de cien años.