Tuvieron que pasar diez largos años para que la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, tenga que comparecer ante la justicia por el sonado caso ‘Cócteles’. Desde este lunes 1 de julio se dará inicio a una serie de juicios orales maratónicos debido a la complejidad del caso. A la hija del dictador Alberto Fujimori se le acusa por los presuntos delitos de organización criminal, lavado de activos y obstrucción a la justicia.
De acuerdo a la agenda prevista, la primera de las audiencias comenzará desde las 9 de la mañana del lunes en la sala número 1 de la sede “Carlos Zavala Loayza”, ubicada al costado del Palacio de Justicia, que contará con un tribunal de jueces que cambió repentinamente hace unos meses, cuando como presidenta de la sala se dispuso el nombramiento de Mercedes Caballero García, en reemplazo de quien estuvo dirigiendo el proceso desde sus inicios, Nayko Coronado Salazar.
Junto a Keiko Fujimori también serán citados otros 38 acusados en el caso que promete acaparar la atención de la prensa nacional e internacional.
Al respecto, existen en su totalidad un aproximado de 48 implicados en el caso, además de los acusados; y entre estos últimos, se han determinado dos personas jurídicas, el mismo partido de Fuerza Popular, al que la Fiscalía les ha atribuido la condición de organización criminal; y MVV Bienes Raíces, empresa inmobiliaria de su exesposo, Mark Vito Villanela. Existen también otros siete acusados especiales que recibirán un trato jurídico diferenciado debido a su colaboración con las investigaciones de la Fiscalía, la misma que se ha venido efectuando desde hace 10 años, cuando se dio inicio a este caso.
Las imputaciones principales que pesan contra Keiko Fujimori son la comisión de presuntos delitos de organización criminal, lavado de activos y obstrucción a la justicia; y según lo detallado por el Ministerio Público, el partido político Fuerza Popular habría lavado al menos unos 17.3 millones de dólares.
El caso ‘Cócteles’
Este sonado caso se originó en el año 2014 cuando se descubrieron falsos aportantes y participantes fantasmas en las actividades de campaña del fujimorismo para las elecciones de 2011. Las acusaciones se endurecieron con la aparición de un correo electrónico en el que Marcelo Odebrecht promovía una reunión con Keiko Fujimori, ofreciéndole un aporte adicional de 500 mil dólares.
Con el transcurso de las investigaciones se pudo conocer que el representante de Odebrecht en Perú, Jorge Barata, declaró que la constructora brasileña aportó 1,2 millones de dólares a la campaña de Fuerza Popular en 2011.
Adicionalmente, se pudo conocer que el presidente de Credicorp, Dionisio Romero Paoletti, reveló que su entidad entregó 3,650,000 dólares a dicha campaña. Y a su vez, el fallecido empresario Juan Rassmuss Echecopar aportó a Keiko Fujimori y a Fuerza Popular otros 7,6 millones de dólares; según lo advertido por el Ministerio Público.