Estados Unidos elimina el 83 % de los programas de USAID
Mandatario estadounidense prácticamente desbarató programas pro aborto o la defensa de la diversidad y la inclusión, los mismo que no están alineados a su gobierno.
Terminó la purga de los denominados ‘caviares’ alrededor del mundo que vivían gracias a las ONG. El gobierno de Donald Trump, por intermedio de su secretario de Estado Marco Rubio, anunció este lunes que concluyó la eliminación de los programas de asistencia social de USAID, indicando que se trasladaría el 18 % sobreviviente al Departamento de Estado.
Cabe recordar que el presidente Trump firmó en enero una orden ejecutiva que congeló toda la ayuda exterior para evaluar su conformidad con la política de su gobierno, en particular en temas como el aborto, la planificación familiar o la defensa de la diversidad y la inclusión.
«Tras una revisión de seis semanas, estamos cancelando oficialmente el 83% de los programas de USAID», dijo Rubio en la red social X.
«Los 5200 contratos que ahora están cancelados implicaron gastos de miles de millones de dólares en formas que no favorecieron (y en algunos casos incluso dañaron) los intereses nacionales fundamentales de Estados Unidos”, agregó.
Marco Rubio, secretario de Estado de los Estados Unidos. Foto: Drew Angerer/Getty Images.
Asimismo, Rubio agradeció especialmente al Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), liderado por el multimillonario Elon Musk, que impulsa un recorte de gastos y de puestos de trabajo en todos los departamentos del gobierno.
Trump y sus aliados argumentan que la asistencia exterior es un despilfarro y no sirve a los intereses estadounidenses.
Pero las organizaciones dedicadas a prestar ayuda defienden que gran parte de la asistencia sí contribuye con los intereses del país, al promover la estabilidad y la salud en el exterior, y que los recortes amenazan la vida de las personas más vulnerables.
El dato:
Creada en 1961, la agencia USAID distribuía ayuda humanitaria mediante programas de salud y de emergencia en 120 países. Su presupuesto anual, hasta ahora de 42.800 millones de dólares, representaba el 42% de la ayuda humanitaria distribuida en todo el mundo.
Sin embargo, en los últimos cuatro años y durante el gobierno de Barack Obama, esta agencia se desvió de sus objetivos y se centró en impulsar agendas globabalistas como la denominada Agenda 2030, e incluso enviaba fondos a organizaciones vinculadas directamente al terrorismo, enemigos de Washington y a grupos terroristas como Hamás y Hezbolá, entre otros.