La historia universal nos ubica en la Edad Contemporánea ¿Y ahora que sigue? ¿La Edad Digital?
Por Juan Mujica
Hace mucho tiempo que quise analizar este tema de las edades de la historia. Puesto que la edad contemporánea se ha ido extendiendo y extendiendo. Y me pregunto cuándo será el tiempo en que se renueve la cronología de la historia universal. Así que para abordar bien el tema evidenciemos y abarquemos los demás tiempos en que se han establecido las edades de nuestra civilización.
En el siglo XVII, el humanista holandés Cristóbal Keller, que escribía con el seudónimo de Celarius dividió, por primera vez, a la Historia Universal en tres grandes edades. Más tarde se añadió la Edad Contemporánea:
Primero está la Edad Antigua que abarca desde la aparición de la escritura hasta la caída del Imperio Romano de Occidente por las invasiones bárbaras; estudia la historia de los pueblos de Oriente, Grecia y Roma. A continuación sigue la Edad Media que abarca desde la caída del Imperio Romano de Occidente hasta la caída del Imperio romano de Oriente, debido a la Toma de Constantinopla por lo turcos, en el año de 1453.
Prosigue la Edad Moderna que comprende desde la Toma de Constantinopla en 1453 hasta la Revolución Francesa en 1789. Terminando con la Edad Contemporánea que estudia los hechos ocurridos desde la Revolución Francesa hasta nuestros días.
Habiendo citado las edades que están establecidas en nuestros libros de historia universal, recuerdo haberle preguntado a un profesor en la academia sobre esta incertidumbre que me plantee. Es decir, le pregunté: ¿Qué tendría que pasar para establecer una nueva edad en el tiempo? Y aquel docente me respondió que tendrían que ponerse de acuerdo los principales historiadores del planeta y solo así podría darse una nueva edad a nuestra historia.
Luego de unos años, ya estando en la universidad, le pregunté a una profesora que qué hecho podría marcar el cambio de la edad contemporánea y cuál podría ser la nueva edad. Me respondió que marcar la nueva edad con el ataque a las torres gemelas en Nueva York –como yo sugería- no sería una buena referencia, ya que sería darle mucha importancia. Y que si había que bautizar a una nueva edad en el tiempo podría ser la Edad Digital.
Tal vez estas averiguaciones no serán las decisivas para un nuevo cambio en nuestra historia universal, pero las tomaré como una referencia de personas que también están pendientes, además de los más ilustrados historiadores del mundo, sobre la venida de una nueva etapa en que se estigmatice una realidad que esté surtida de situaciones relevantes, y que representen los nuevos tiempos del futuro que son cada día que pasa como el presente que estamos viviendo. Señores historiadores, los invito a que empiecen a analizar con pinzas esta situación que les acabo de presentar, que no es sino lo eminente en nuestra cultura.