El gran ajedrez electoral del 10 de abril: ¿Un juego con reyes tuertos?
Por Juan Mujica
Quedan pocos días para el gran desenlace entre los candidatos a la presidencia y sin embargo, muchos son los que todavía no tienen definido su voto. Tal vez luego del debate del 03 de abril se diluciden o hayan quedado claras las dudas, ya que dependerá del buen tino de la mayoría de la población peruana, el futuro para los siguientes cinco años de nuestro país. No obstante, valdría la pena señalar algunas aristas o aspectos que ensombrecen o hacen trastabillar el regular desenvolvimiento de las campañas electorales.
Cabe señalar que el candidato a la presidencia Manuel Rodríguez Cuadros, estuvo en su derecho de renunciar a su candidatura debido a selectividad de los debates de tan solo los cinco candidatos que han engreído las encuestas. Dicho sea de paso que ha habido un festival de cifras, sobre todo en las últimas semanas en que había subidas y bajadas entre Toledo, Keiko y Ollanta, cuyos porcentajes se entremezclaban y confundían aún más al electorado.
Luego del anterior debate, en que se destaparon trapitos habidos y por haber, lo cierto es que también los tiros también salieron por las culatas, ya que por estar atacándose el uno contra el otro, dejaban de lado lo que más le interesa al electorado: sus propuestas. Sin embargo, dentro de las idiosincrasias de algunos candidatos existen factores que merman en demasía los puntos a favor. Por ejemplo, está el candidato Humberto Pinazo del partido “Justicia, Tecnología y Ecología”, que al parecer su estrategia es comenzar leyendo y cuando falta poco para el final, se desbanda y ataca a diestra y siniestra, limitado por una mala pronunciación del castellano.
Otro candidato que está dando que hablar es Ricardo Noriega Salaverry del partido “Despertar Nacional”, que luego de sorprender con su chicote en pleno debate, y sorprender con un discurso ofensivo y acriollado, incluso ha ofrecido que en su gobierno el sueldo mínimo será de 2,500 soles. Además de otros ofrecimientos que muestran a un candidato que saca de la manga naipes que no es posible sacar, pero que sin embargo, sigue en carrera con mucha vehemencia.
De los cinco principales candidatos “de las encuestas”, se demuestra que todos tenemos techo de vidrio. Puesto que vemos a un Toledo que tuvo que hacerse la prueba toxicológica y sin embargo, bajó en las encuestas; a un Ollanta que le pide a Hugo Chávez que no se meta en las elecciones presidenciales y que amenaza a los chilenos con tratar mal a sus connacionales si ellos tratan mal a nuestros compatriotas; a una Keiko que empieza a responder y atacar a los que están cerca de su posición, pero condenada a vivir bajo la sombra de su padre; a un PPK que se pasea por todos lados y que más es lo que trata de convencer a los jóvenes con ardides como el PPKuy; y finalmente a un Castañeda que por más que se mata respondiendo y presentando sus propuestas, nadie le quita el apodo con que lo conocen, que más bien tendría que ser parco o lacónico (para utilizar bien el castellano).
Por tanto, esperemos que este 10 de abril los peruanos amanezcamos iluminados y que votemos con conciencia y en vez de estar pensando en votar nulo, blanco o viciado, nos informemos debidamente, puesto que tenemos una responsabilidad social y cívica, y un compromiso con el Perú. Así que en este ajedrez electoral con unos aparentes reyes tuertos, no nos convirtamos en parte del refrán: “En un mundo de ciegos, el tuerto es rey”.