Parece crónica roja: “España fue violada ayer frente a Holanda”. Y la otra ‘roja’, Chile, que ganaba fácil a Australia de pronto se complicó. Se aburguesan los nuevos ricos. Y Alexis Sánchez no es para tanto. Los australianos, directos del cromañón, los ajustaron a los de Sampaoli.
Al final ganaron los chilenos 3 a 1 pero casi con agonía. Fue de los 4 jugados, el partido menos luminoso, igual, el Brasil 2014, sigue con todas las luces encendidas, y con música de carnaval.
Y Holanda fue un vendaval. Ese 5 a 1 al actual campeón del mundo, España, demostró que el fútbol es un buen argumento para humanizarnos en extremo. Dos monarquías y un siervo, Robben, que se hizo rey. Pero El Cid, sigue vivo. Ayer, temprano, en el Estadio Fútbol Club, el antro de la Plaza San Martín, los parroquianos leían en el diario deportivo El Comercio a su director general Francisco Miró Quesada Cantuarias, y a su sicario mediático Jaime de Althaus, explicar sobre la magia del fútbol. Los dos estaban equivocados. Holanda les demostró que las casas reales son peores que el mismo “decano”. Gran partido, sin concentración de medios, encuentro democrático.
Robben
España cayó pero, lo digo de corazón, fue un gran tropezón. El “Chino” Silva, tenía el segundo para los españoles cuando terminaba el primer tiempo y la tiró afuera cuando estaba solo frente Cillissen. Vino la respuesta “naranja” y gol de Van Persie tras centro de Daley Blind que agarró a Iker Casillas con los calzoncillos en la mano. Y en el segundo tiempo, todo fue para el equipo de Van Gaal. Gran culpa de la defensa “roja”, gran traición del viejo Casillas. El gran campeón se desangró en su regreso a la escena que lo hizo legendario y se llevó una paliza monumental. El diario El País de Madrid decía: “España sufre un descalabro mundial tras un partido de los que dejan boquiabierto al universo”. ¿Se acabó el modelo español? No, digo yo, pero ayer apuntó inicios de pulmonía.
Y llovía en Natal, ‘La ciudad del sol’, desde el antiguo barrio de la Ribeira hasta la Praia dos Artistas y hasta el estadio Arena das Dunas. Y los mexicanos enmascarados todos, que ven a su equipo, ese once del “Piojo” Herrera jugar a voluntad contra esta Camerún que para variar, sigue siendo una vieja promesa. Natal es la capital del estado de Rio Grande do Norte y tiene música incorporada en las entrañas como todo Brasil, pero más, con los aires de las intensas melodías nordestinas. Un destacado Héctor Herrera y un mejor Juan José Vásquez, hicieron sonar más fuete sus rancheras.
Y en ese clima, México fue superior (1 a 0) a pesar del juez colombiano Wilmer Roldán y su asistente Clavijo quien anuló dos goles legítimos a Giovani dos Santos. En el segundo tiempo, Oribe Peralta hizo el gol del “Tri” luego de una jugada colectiva notable que fue esa muestra de este equipo de Guardado y el noble Rafa Márquez. México bien puede soñar con peldaños mayores luego de quedar segundos en el Grupo A y el martes definir sus presupuestos cuando enfrente a Brasil.
Hoy debuta Colombia frente Grecia –la tiene fácil el once de Pekerman—y Uruguay se agarra con Costa Rica. No tan sencillo Tabárez. Y van bien los de esta parte. Al menos, dan la pauta de este deporte que tuvo como madre a Inglaterra y que tiene como padre a los latinoamericanos.