Golpe al narcotráfico. Todo un clan familiar estaría envuelto en lo que sería una red internacional de tráfico ilícito de drogas en la que pretendían inundar del alucinógeno “éxtasis” las playas del sur de la capital.
Tras una exhaustiva investigación, agentes de la Dirección Antidrogas (Dirandro) de la Policía Nacional del Perú (PNP) lograron a detener a toda una familia del Callao que integraría una organización criminal dedicada al tráfico de drogas.
El último cargamento que este grupo habría traído al Perú fueron 104.000 pastillas de éxtasis que la PNP incautó en los almacenes de Servicios de Postales del Perú (Serpost) provenientes de Bruselas, Bélgica.
Los 39 kilos de anfetaminas, valorizadas en 12 millones de dólares, estaban camuflados en tres cajas que contenían productos deportivos y utensilios de cocina. Según el coronel PNP Luis Ángel Bolaños, jefe de la División Portuaria Antidrogas de la Dirandro, el destino de venta eran las playas del sur de Lima.
Según un informe de Cuarto Poder, que recoge información de la investigación policial, Gilberto Jáuregui Mestanza y Óscar Chero Moya crearon la empresa OCM Consultoría Aduanera para que sirva de fachada a fin de gestionar trámites de descarga en Serpost.
Desde el 2018, Óscar Chero se dedicaba a realizar gestiones aduaneras para la importación y exportación de mercadería. La investigación indica que personas allegadas a él recibían paquetes del extranjero y luego realizaban una carta poder para Chero Moya tenga la potestad de recogerlos en Serpost.
Al parecer todo iba bien para el clan familiar hasta que en junio del año pasado la Policía encontró una regularidad en los envíos. Aquella fecha recibió un paquete desde Ámsterdam por parte de un tal Ruttly Gregory, según las guías de Serpost.
Sin embargo, cuando la Dirandro envió una carta a su par en los Países Bajos para saber la autenticidad de los datos del remitente, la Interpol de La Haya le respondió que dicha persona “no es conocida en sus registros y que la dirección consignada en los paquetes enviados a Perú tampoco existía”.
La Dirandro también incluye en su investigación que Sandy Panduro Zevallos, esposa de Chero Moya, se le acusa de haber hecho envíos de droga hacia Tacna en el 2018, a través de courier.
Asimismo, Alisson Chero Panduro, hija de la pareja de esposos antes mencionada, recibió un paquete desde Bruselas en 2019 y habría hecho un envío hacia Puno. Ella trabaja como auxiliar en una agencia de aduanas.
La investigación también comprende a Giovanni Panduro Zevallos, cuñado de Chero, y a Gilberto Jáuregui Mestanza, el otro fundador de OCM Consultores. Ambos se encuentran en prisión, informó Cuarto Poder.
Según la Policía, los integrantes de la familia tendrían nexos en los primeros puntos de fiscalización de los envíos que llegan al Perú, por lo que les fue fácil evadir controles en los aeropuertos y puertos por donde llegaba la ilegal mercadería.
Agentes de la Dirección Portuaria Antidrogas y la Fiscalía intervinieron a Óscar Chero en su vivienda e intentó negar las acusaciones. Sin embargo, entre sus pertenencias se encontraron pastillas de éxtasis con sellos distintivos de tigres y escudos similares a los incautados en los almacenes de Serpost.
La Policía ahora se encuentra tras los pasos de la persona que realizaba los envíos desde el extranjero.