El congresista Alcides Rayme Marín, de la bancada del FREFAP es el actual presidente de la Comisión de Cultura y Patrimonio Cultural del Congreso de la República. Esta semana su trabajo ha sido importante frente a los diversos cuestionamientos y denuncias contra la actual ministra de Cultura, Sonia Guillén.
En esta breve entrevista el congresista Alcides Rayme nos habla sobre el patrimonio cultural y la lamentable labor que ha tenido el Ejecutivo mediante el Ministerio de Cultura. También nos comenta sobre los incentivos tributarios, los proyectos de Ley de mecenazgo que han existido y de la casi nula gestión del Ministerio de Cultura para la organización de la celebración del Bicentenario.
Además, como primicia nos confirma que la ministra Sonia Guillén, no se presentará mañana en la Comisión de Cultura del Congreso por el caso de Richard Swing, denominado por el parlamento como el caso SwingGate.
Queremos comenzar esta breve entrevista con una pregunta puntual ¿Cree que la ministra Sonia Guillén se presentará en la Comisión del Congreso luego de poner su cargo a disposición?
Hace unos minutos acaban de informarme que hemos recibido el Oficio N° 0073-2020*DM/MC mediante el cual la señora Ministra solicita la reprogramación de su participación y la de los demás funcionarios convocados, por cuanto están abocados a la preparación de la presentación que el gabinete tendrá ante el Pleno del Congreso, este jueves 28 de mayo.
¿Cuál será la posición de la Comisión de Cultura frente al pedido de la ministra?
Lo que mi persona hará como Presidente de la Comisión es dar cuenta de esta solicitud a los demás miembros de la Comisión para que ese pedido sea evaluado por todos y se tomen acuerdos respecto a lo antes indicado.
Ahora hablemos del Patrimonio Cultural, ya que es un tema que nos preocupa mucho. La legislación sobre patrimonio cultural lleva décadas siendo debilitada, debido a que se han dado normas contra el Patrimonio Cultural. ¿Cómo puede la Comisión de Cultura romper esa tendencia negativa?
Efectivamente, en los últimos tres gobiernos se ha evidenciado en mayor medida el resquebrajamiento del marco de protección del patrimonio cultural. Pero si vemos el origen de las normas que modifican o suprimen los informes técnicos, requisitos, autorizaciones y condiciones, por ejemplo, para realizar obras o construcciones en áreas anexas a los monumentos arqueológicos, estas en su gran mayoría, han sido dadas por el propio Poder Ejecutivo. Si revisamos las más importantes con rango de ley, se trata de dispositivos en decretos legislativos emitidos en uso de la delegación de facultades legislativas dadas al Gobierno. Es decir, el propio Estado decide desproteger el patrimonio cultural “en razón de resultar un obstáculo a la inversión”. Lo más lamentable es que el sector responsable como es el Ministerio de Cultura no dice nada. No defiende nuestro patrimonio cultural, y ya cumplió 10 años de creación.
¿Cuál sería la propuesta para que eso no ocurra?
Vemos que es fundamental una estrategia coherente y firme del Estado. Donde el desarrollo económico respete, cuide, revalorice y no atropelle a nuestro patrimonio cultural y nuestra historia como identidad nacional. Ese punto de equilibrio implica autoridades idóneas y firmes que sepan elevar su voz de protesta y que no se dejen llevar, por decir lo menos, por frases como: el marco de protección del patrimonio cultural contiene obstáculos a la inversión privada.
¿El Ejecutivo le perdió el respeto al Patrimonio Cultural?
Ese respeto y la revalorización de la intangibilidad de nuestro Patrimonio Cultural es una tarea que se encuentra en el Plan de Trabajo de la Comisión de Cultura y Patrimonio Cultural aprobado semanas atrás. La Ley del Patrimonio Cultural ha sido cercenada y parchada en aspectos esenciales. Pero vuelvo a repetir, esto ha ocurrido con la mano del mismo Poder Ejecutivo, a su propuesta o con su anuencia.
Entonces me pregunto ¿son idóneos los funcionarios y las políticas que aplican o inaplican? No hemos recibido ninguna propuesta de norma para fortalecer la conservación, protección y la defensa de nuestro Patrimonio Cultural. No conozco a nadie que haya ido a la cárcel por haber destruido nuestro Patrimonio Cultural. Esto claramente nos demuestra que el sector a cargo poco o casi nada hace.
De cara al Bicentenario el Ministerio de Cultura no ha adquirido ningún protagonismo. No parece que haya grandes obras culturales en camino que sean para resaltar un hito histórico tan importante ¿Qué hacer para darle sentido cultural al Bicentenario?
El esperado Bicentenario de nuestra Independencia ha requerido un rol particular y de liderazgo que debió ejercer el Ministerio de Cultura. Pues siendo el sector designado como responsable, debió ser el gran articulador de esta conmemoración multidisciplinaria y transversal. El que, de las pautas y lineamientos para conocer nuestra historia, revalorar la cultura y fortalecer nuestro patriotismo. Si bien ha creado el Proyecto Especial Bicentenario y ha lanzado la Agenda del Bicentenario en un acto con la presencia del Presidente de la República en Ayacucho, esto en general ha constituido un acto aislado pues la administración pública, las entidades privadas o las distintas organizaciones ciudadanas, nada o mejor dicho muy poco han hecho. Incluso la ciudadanía en general o nuestros estudiantes ni siquiera tienen conocimiento de nuestro Bicentenario y eso es preocupante.
¿Cuál sería el reto cultural del Bicentenario?
El Bicentenario nos depara diversos retos y a nivel cultural, es importante dar a conocer a los peruanos la necesidad de trabajar por revalorar y preservar nuestra maravillosa y riquísima cultura. Es necesario que la cultura sea la base de las estrategias políticas y de los mensajes de cara al Bicentenario y es algo que también exigiremos al Ministerio. Sería interesante que se convoque a tantos grupos, gestores, creadores y asociaciones que pueden aportar mucho. Tanto más ante esta crisis de paralización de las actividades culturales.
Los incentivos tributarios son una forma de aliento a la cultura en diversos países. ¿Podrían reactivarse algún sistema de incentivos que realmente estimule a la empresa privada a participar?
En su función de responsable de la promoción y preservación de la cultura el Ministerio de Cultura tiene y ha debido de diseñar y aplicar este tipo de políticas de apoyo conjunto, pues los recursos del Estado por si solos no son suficientes. Las propuestas de una ley del mecenazgo han sido observadas por el Ministerio de Economía y Finanzas. Se requiere indudablemente y una visión moderna y dinámica, pero sin que se descuide la defensa e intangibilidad de nuestro patrimonio. La inversión y la participación privada no son de ninguna manera malas, pero deben ser adecuadamente direccionadas y supervisadas técnicamente por autoridades y funcionarios idóneos y probos. Estas iniciativas tampoco han provenido del sector cultura, no existen proyectos de ley del Poder Ejecutivo y cuando se dan propuestas parlamentarias son observadas.
Sin duda, queda claro que son necesarios los incentivos o beneficios tributarios.
De manera conceptual es posible decir que los incentivos se dan con la finalidad de promover o rescatar un sector o actividad determinados. Pero se debe tener en cuenta que los incentivos o beneficios tributarios requieren de opinión del MEF e incluso muchas veces señalan que el Congreso no tiene capacidad de generar gasto. Lo que sí es necesario considerar es que las medidas de facilitación tributaria por si solas no van a solucionar el problema. Estas esencialmente deben de ir acompañadas de un conjunto de políticas, programas y acciones del Estado encaminadas a impulsar y fomentar las actividades culturales. Y eso corresponde a la gestión del sector.